El San Francisco Chronicle, un diario con casi 150 años de historia y cabecera de referencia en la bahía de San Francisco, se ha sumado a la larga lista de periódicos de Estados Unidos con graves dificultades financieras y amenazados por el cierre.
Hearst Corp., propietaria del conocido popularmente como el Chronicle, anunció esta semana que deberá "recortar significativamente" su plantilla lo antes posible y que se verá obligada a vender o cerrar el diario si no logra reducir gastos.
El San Francisco Chronicle lleva perdiendo dinero desde la crisis de las "puntocom" a comienzos de la díécada y ni el reciente aumento de su precio ni el íéxito nacional de SFGate, su versión online, han logrado sanear su cuenta de resultados.
Los problemas de este periódico son un ejemplo más de las dificultades que atraviesa todo el sector de la prensa escrita en EE.UU., afectados por la competencia de los sitios gratuitos de noticias en Internet, el descenso en la circulación y la caída en los ingresos publicitarios.
La actual crisis económica ha empeorado las cosas y la reducción en el número de anuncios ha provocado en muchos casos la paradoja (como ocurre en el caso del Chronicle) de que el precio del diario no cubre los costes de edición, impresión y reparto a domicilio.
The Washington Post, uno de los principales diarios del país, comunicaba hoy un descenso en sus beneficios trimestrales debido a una bajada del 21 por ciento en los ingresos publicitarios.
El diario ganó en el último trimestre del año pasado 18,8 millones de dólares, frente a los 82,9 millones del mismo periodo del año anterior y la noticia provocó en la bolsa una caída de sus acciones del 3 por ciento.
Por su parte, Media General Inc., que publica varios diarios en todo el país como el Tampa Tribune o el Richmond Times-Dispatch, alertaba tambiíén hoy de que sus ingresos caerán y que se verá obligada a congelar salarios y suspender el pago de dividendos hasta fin de año.
El pasado octubre, el grupo Gannet, primer editor de periódicos del país con cabeceras como el USA Today, anunció que prescindirá del 10 por ciento de su plantilla y Los Angeles Times comunicó el despido de 75 miembros de su equipo de redacción.
Pero para otros periódicos, los recortes de gastos no han sido suficientes para evitar la suspensión de pagos.
La firma Journal Register Co., que publica 20 diarios en Estados Unidos, se declaró en bancarrota el pasado sábado y un día despuíés era seguida por los editores del Philadelphia Inquirer y el Daily News.
Hearst, editora del Chronicle, tambiíén tiene problemas con otra de sus cabeceras, Seattle Post-Intelligencer, que tendrá que cerrar si no se encuentra un comprador antes de marzo.
Para algunos periódicos la solución a los problemas financieros ha sido suspender sus ediciones en papel y pasar a publicarse únicamente online.
Este es el caso del legendario Christian Science Monitor, que desde comienzos de año puede leerse tan sólo en Internet.
Los responsables de San Francisco Chronicle quieren evitar a toda costa llegar a este punto y, sobre todo, impedir el cierre, que convertiría a San Francisco en la primera gran ciudad estadounidense sin periódico local.
"El Chronicle desempeña un papel importante en nuestra vida cívica y no queremos ver esta querida institución cerrando sus puertas", dijo el alcalde de la ciudad, Gavin Newsom, tras conocer la noticia.