El incumplimiento de Blackstone CMBS plantea preocupaciones de liquidez.
La empresa dejó de pagar un bono de 531 millones de euros respaldado por una cartera de oficinas y tiendas propiedad de la empresa finlandesa Sponda Oy, ya que el aumento de las tasas de interés golpeó el valor de las propiedades europeas.
El administrador de activos buscó una extensión de los tenedores de bonos, quienes rechazaron la propuesta, lo que obligó a Blackstone a incumplir.
Si bien esto representa una pequeña cantidad de sus activos bajo administración, los problemas recientes con su fideicomiso de ingresos inmobiliarios (BREIT) tienen a los inversores en alerta máxima sobre el valor y la liquidez de su cartera