El muy conocido AK-47 o Kalashnikov atesora el dudoso título de ser el arma más vendida del mundo. La razón no recae ni en su peso, ni en su cadencia de fuego ni en su capacidad de resistencia a condiciones extremas. Radica por el contrario en un elemento básico en un fusil de asalto: su fiabilidad. El principio crítico de un arma automática es evitar su encasquillamiento. Nada produce mayor pavor a un infante del ejíército que la posibilidad de encontrarse impotente por un arma... encasquillada. Y en ese proceso el cargador juega un papel crítico. El punto de máximo riesgo se produce precisamente en el momento en que se cambia el cargador y la primera vaina asciende a la recámara. Moraleja: una pieza aparentemente menor (el cargador) puede resultar ser la variable fundamental dentro de un engranaje mucho más complejo (el arma).
Y en nuestro pequeño mundo tecnológico puede empezar a ocurrir lo mismo. El cargador deviene importante. Hasta la fecha no era infrecuente encontrase en casa hasta 3 ó 4 conectores diferentes. Cada fabricante hacía la guerra por su cuenta y el resultado era una autíéntica panoplia de cargadores por los cajones. Pero este caos está llamado a terminarse. Gracias a la futura tecnología del conector Micro-USB se abre la puerta a una evolución de autíéntico sentido común: un cargador universal que permita a las compañías ahorrar costes y al usuario simplificar su vida. La simbiosis perfecta.
Pero para que esta idea cobrara forma, el proceso no ha sido nada sencillo. El camino ha sido difícil de desbrozar. Aunar la voluntad de los 17 principales fabricantes del mundo es tarea hercúlea sólo al alcance de los más diligentes negociadores. Pero entre tanto consenso ha surgido una voz disonante. ¿Se imaginan cual? Apple. En efecto, la compañía de Steve Jobs sigue empeñada en mantener su conector especial de iPhone e iPod, probablemente para retener el control de las licencias de su conector ante cualquier dispositivo que quiera ser compatible con sus aparatos. La mejor defensa es un buen ataque.
De todos modos, este amago appleiano de independencia parece que será complicado de mantener en el tiempo. Con una opinión pública volcada en los principios ecológicos y una Unión Europea que prepara una directiva sobre el particular, es cuestión de tiempo que todos los fabricantes se vean obligados a adoptar el nuevo conector universal. No hay que olvidar que una de las principales ventajas de esta nueva tecnología es que lleva aparejada una reducción de consumo elíéctrico de hasta un 50%. Casi nada en tiempos de crisis.
Pero como casi siempre ocurre, el avance tecnológico va un paso por delante. Recurrentemente surge una idea revolucionaria que supera a la anterior. Sin ir más lejos, este año se presentó en el CES de Las Vegas lo último del síéctor: cargadores sin cables. Simplemente con apoyar el móvil en nuestro escritorio especial se logra cargarlo sin necesidad de cableado. ¿Increíble? Pues por esotíérico que parezca es una autíéntica realidad. Y dicha tecnología ya está a nuestra disposición:
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