La inflación de la eurozona continúa avanzando a la baja, cayendo a su nivel más bajo en dos años a medida que disminuye el crecimiento económico.
La inflación subyacente pasó del 5,3% al 4,5% en septiembre, fortaleciendo la convicción del Banco Central Europeo de que las tasas son lo suficientemente altas como para alcanzar una inflación del 2% para 2025