El impulso de Japón para preservar el carbón ha irritado a sus pares de las naciones desarrolladas. Al igual que el resto del Grupo de los Siete, Japón se ha comprometido a eliminar prácticamente las emisiones de carbono que calientan el planeta para 2050, pero se negó a sumarse al compromiso de poner fin al uso de carbón para 2030.
Quizás lo más sorprendente sea que Japón esté ayudando a preparar a toda una nueva generación de mineros del carbón. En una mina única en su tipo, el gobierno está financiando un programa de capacitación para trabajadores extranjeros. Más de 200.000 mineros han pasado por el curso en su camino hacia trabajos en China, Indonesia y Vietnam. Sin embargo, sus carreras tendrán que ser cortas si el mundo quiere evitar los peores efectos del calentamiento global.