La mayor economía de Europa (Alemania) está llevando a cabo un experimento de 23.000 millones de euros (24.900 millones de dólares) para alcanzar el cero neto para 2045 sin destruir su base industrial de uso intensivo de energía .
El gobierno de Olaf Scholz anunció a principios de este mes los llamados “contratos de protección climática” para ayudar a las empresas de sectores como el acero, el cemento y el vidrio a cubrir los gastos adicionales incurridos al utilizar tecnologías más limpias, en comparación con los procesos convencionales. En el marco del programa, los solicitantes presentan propuestas sobre la cantidad de apoyo necesario, y las ofertas que ofrecen las mayores reducciones de CO2 al precio más bajo reciben financiación.
La política es similar a los programas de Contratos por Diferencia (CfD) que los gobiernos han utilizado para ayudar a implementar energías renovables en muchas partes del mundo. Sin embargo, el alcance de las tecnologías que cubre es diferente a cualquier cosa que se haya probado a esta escala, lo que hace que su éxito sea mucho menos seguro. Recientemente se lanzó la primera ronda de subasta que ofrece hasta 4 mil millones de euros en contratos, y este verano seguirá otra oportunidad de licitación con un fondo de 19 mil millones de euros. Es un "instrumento innovador que aún no existe a nivel internacional", dijo Udo Philipp, secretario de Estado del Ministerio de Economía.