La firma austriaca de real estate Signa, dueña del emblemático edificio Chrysler en Nueva York, entre otras propiedades de lujo, ha quebrado. La valoración de sus activos asciende a los 27.000 millones de euros brutos y tiene 25.000 millones más en desarrollo, según sus datos. Su caída supone la mayor quiebra de una inmobiliaria europea desde la crisis financiera.
La empresa, con sede en Innsbruck, Austria, se acogió ayer la bancarrota en dicho país y, este jueves, una de sus subsidiarias suiza ha sido la siguiente en caer, solicitando asimismo el procedimiento de quiebra. La normativa austriaca no permite hacer procesos de reestructuración conjuntos, sino que cada una de las filiales tiene que presentar su propia solicitud. Esto implica que, más allá de la quiebra de la matriz, las ramas de la compañía que estén afectadas tendrán que iniciar el mismo proceso en el juzgado.