Roku es la última empresa en lidiar con una violación de datos.
El acceso a aproximadamente 15.400 cuentas de usuarios de streaming fue obtenido por “individuos no autorizados”, aunque el grupo responsable no ha sido identificado.
Los autores del robo de datos supuestamente buscaban vender las credenciales de la cuenta robada "por tan solo 0,50 dólares por cuenta, lo que permite a los compradores utilizar tarjetas de crédito almacenadas para realizar compras ilegales".