(Reuters)
Grupo Endeavour (EDR.N), la decisión de negar a los accionistas minoritarios la capacidad de vetar un acuerdo de 13.000 millones de dólares para privatizar el conglomerado de entretenimiento es el último ejemplo de cómo los inversores controladores de una empresa corren el riesgo de demandas judiciales para evitar pagar un precio de acuerdo más alto.
Lo que está en juego es una salvaguarda de gobierno corporativo que garantice a los inversores minoritarios que están obteniendo un precio justo y proteja las valoraciones del mercado de valores de las empresas para que no se vean afectadas por las preocupaciones de que un acuerdo las infravaloraría, dicen abogados corporativos y banqueros de inversión.