Gran Bretaña ha experimentado su sexta primavera más húmeda desde que comenzaron los registros en 1836, según la Oficina Meteorológica. El resultado ha devastado los campos para el cultivo de cereales como el trigo y la cebada, que el Reino Unido suele producir en niveles que pueden satisfacer en su mayor parte las necesidades internas. Las condiciones intempestivas también han retrasado el suministro de fresas británicas e incluso han provocado la muerte del ganado.
Como resultado, el Reino Unido será un 8% menos autosuficiente en alimentos este año, lo que significa que tendrá que aumentar las importaciones, según el grupo de expertos de la Unidad de Inteligencia sobre Energía y Clima. La posibilidad de que esto aumente la inflación de los precios de los alimentos es un recordatorio de la creciente amenaza que el cambio climático representa para la economía del Reino Unido .