Rite Aid intenta enderezar su rumbo tras la aprobación de su plan de quiebra.
Un juez de quiebras de Estados Unidos aprobó el plan de reestructuración de la cadena de farmacias, lo que le permite reducir su carga de deuda en 2.000 millones de dólares y entregar el control a un grupo de prestamistas.
Los abogados dijeron al juez que podrían perderse 28.000 puestos de trabajo si no se aprueba la reestructuración.
La empresa planea salir de la quiebra en aproximadamente un mes con 1.300 sucursales restantes y 2.550 millones de dólares en financiación proporcionada por los prestamistas.