En 1988, el fallecido presidente francés Jacques Chirac (entonces alcalde de París) se jactó de que nadaría en el Sena para demostrar lo limpio que estaba. Nunca lo hizo.
Más de 35 años después y con unos 1.400 millones de euros (1.500 millones de dólares) destinados a la limpieza del río, la actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha hecho una promesa similar, con mucho más en juego. Para demostrar que el Sena está listo para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 que comienzan a finales de mes, ha prometido nadar esta semana, después de haberlo pospuesto una vez antes. El presidente Emmanuel Macron también se ha comprometido a darse un chapuzón en algún momento.
Queda por ver, sin embargo, si esa muestra de fe de los dirigentes franceses convencerá a los atletas olímpicos a dar el paso.