Energía:
Las tensiones geopolíticas no cesan, lo que tiende a frenar la presión a la baja sobre los precios del petróleo.
No faltan focos de tensión: la travesía del Mar Rojo sigue siendo incierta debido a la amenaza de los houthis yemeníes, Israel ha llevado a cabo ataques preventivos en Líbano, con el riesgo de desencadenar una respuesta largamente esperada por parte de Irán, y Rusia ha atacado instalaciones energéticas en Ucrania.
Sin embargo, el petróleo sigue encerrado en una estrecha horquilla de precios, prueba de que la comunidad financiera vacila entre las perspectivas de bajadas de tipos de los bancos centrales y la dinámica de la demanda de petróleo, sobre todo en China.