Los datos de las fábricas chinas aumentan la presión para que se apliquen medidas de estímulo al consumo.
La actividad manufacturera del país cayó a un mínimo de seis meses, con un desplome de los precios y de los nuevos pedidos. Se trata de la sexta caída consecutiva y del cuarto mes por debajo de la marca de 50, que separa el crecimiento de la contracción.
Ahora, las autoridades buscan renovar el impulso en la segunda mayor economía del mundo apuntando el estímulo a los hogares en lugar de a los proyectos de infraestructura, como se hizo en el pasado.
El país podría trasladar parte de la cuota de emisión de bonos del año próximo a octubre para tratar de salvar las medidas de crecimiento de este año.