El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, aseguró ayer que las tasas de interíés en Europa, situadas actualmente en el 1,5%, pueden bajar más a lo largo de este año, que calificó de "sumamente difícil" para la economía mundial.
Trichet asistió en Míéxico a una reunión a puerta cerrada de gobernadores y altos funcionarios de bancos centrales de Europa y Amíérica Latina para debatir sobre la coyuntura financiera actual y el impacto de la crisis. "Según nuestras proyecciones, 2009 va a ser un año sumamente difícil. Además, hay una gran cantidad de análisis que prevíén que el año 2010 va a ser el año de una recuperación progresiva", dijo el presidente del BCE en una breve rueda de prensa.
Trichet agregó que con esta posición coinciden la mayoría de las organizaciones internacionales y el sector privado, pero aclaró que todo dependerá de las medidas que se han adoptado para recuperar la confianza y la estabilidad. En la rueda de prensa participaron tambiíén el Gobernador del Banco de Míéxico (Banxico), Guillermo Ortiz, y el subgobernador del Banco de España, Josíé Viñals, convocantes, junto con el BCE, de esta reunión denominada IV Seminario de Alto nivel de bancos centrales del Eurosistema y de Amíérica Latina.
El máximo responsable del BCE explicó que en el encuentro se analizaron diversos aspectos de la crisis mundial, los mecanismos de propagación y las medidas que se han implementado para lograr la estabilidad financiera y de precios, como una condición indispensable para superar la crisis. Trichet explicó que en este seminario se revisaron todos los instrumentos de política económica y monetaria que podrían ser utilizados para impulsar la reactivación económica, promover los flujos de capitales y lograr "un cambio de orientación de la economía lo más rápido posible". Advirtió que lo fundamental es recuperar la confianza y alcanzar la estabilidad de precios con una meta del dos por ciento.