[spoiler]Por IVíN CASTELLí“ /los40.com Madrid (30/05/2008)
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El último disco doble bueno de la música fue el London Calling de los Clash (1979). Partiendo de esa máxima, la situación sigue igual. No obstante, Amaral suena a Amaral, lo que ya es mucho.
CD 2: Dragón Rojo
Perdóname:
Algo de Moby queda como poso en el arranque del segundo disco.
Alerta:
La acústica del comienzo se transforma en "Ale, ale, ale". Suena a fútbol. Y a Manu Chao. Y a Benjamin Biolay. Y a reggae. La más original del segundo CD del doble.
El blues de la generación perdida:
El segundo single elegido, regalado en su página web, es el tercer corte de Dragón Rojo. Y el que comienza a animar el segundo disco. "Mitad vulgar, mitad un ser sensible". Lo dice la letra. Sin citas, pese al título, de Hemingway o Faulkner. Oportunidad perdida.
De carne y hueso:
La prosa de Eva es para escuchar de manera reposada. El fondo musical recuerda a Love, grandes, grandes. Y es que Eva y Juan lo han escuchado todo para tener una base sibarita.
Dragón Rojo:
Producción impecable para un tema instrumental casi de new age, poco habitual en estos tiempos. Juan Aguirre se gusta tocando a lo The Moody Blues.
Es sólo una canción:
Juan Aguirre se saca la timidez para cantar estupendamente con Eva. Buena canción de pop ágil. Rápida y rotunda, bailable. "De tanto reir no puedo ni hablar".
El artista del alambre:
Medio tiempo con Eva esplendorosa y que se crece conforme avanza la canción.
Deprisa:
Se le quiebra la voz a Eva, distinta. Punteos tipo Oasis. Al coro los hermanos Ferreiro. Aire pirata, pues, y psicodíélico. Hasta beatleliano.
Doce palabras:
Paranoia y íéxtasis en la letra, en la línea del realismo mágico que les caracteriza. Muy, muy Amaral, que ya es un estilo, un signo de identidad despuíés de cuatro trabajos exitosos.
Concorde:
Cierre del doble disco ante el amor de la lumbre. Eva lo da todo. "Ya no verás volar al Concorde por encima de nuestras cabezas". Hasta pronto.
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