El paro no deja de sacarle los colores a España. Mes tras mes, cuando la oficina europea de estadística, Eurostat, publica sus cálculos sobre la tasa de paro España aparece repetidamente como el alumno rezagado, y mucho, de la Unión. En febrero, el paro en el conjunto de Los 27 fue del 7,9%; en la zona euro, del 8,5%; en España, del 15,5%.
En total en la Unión Europea hay 19,1 millones de parados, según las estimaciones de Eurostat. Esta cifra supone sumar casi medio millón más de desempleados en el último mes y tres millones en el último año.
El comportamiento extremo del mercado laboral español es uno de sus señas de identidad. Cuando la economía crece, crea más empleo que cualquier otro país de la Unión; cuando llegan las crisis, se destruye empleo a marchas forzadas. Esto es así por el gran peso de sectores intensivos en mano de obra en la economía española, como la construcción y los servicios de poco valor añadido. En cambio, en otros países donde la crisis se ha notado con más intensidad, como Alemania, la tasa de paro se aleja considerablemente de la española (el 7,4% frente al 15,5%).
Pese a esto, no ha sido en España donde más ha crecido el paro, en tíérminos porcentuales en el último año. Este dudoso honor le ha correspondido a dos países bálticos: Lituania y Letonia.