elmundo.es/CARLOS SEGOVIA
MADRID.- El Gobierno suizo ha decidido incluir a España entre los elegidos a los que acepta desvelar parte de su secreto bancario. Así se lo ha comunicado por escrito al Gobierno español, mostrando disposición a cambiar el actual convenio entre ambos países y facilitar más información que hasta ahora.
"Esa carta es un compromiso formal alentador", confirman a EL MUNDO fuentes gubernamentales. El Ministerio de Hacienda tiene así una oportunidad para revisar su limitado convenio de doble imposición con Suiza, firmado el 29 de junio de 2006 por el actual secretario de Estado, Carlos Ocaña, y el embajador suizo, Armin Ritz.
Aquel convenio es insuficiente, porque Suiza no reconoce la figura del fraude fiscal y el intercambio de información está siendo reducido e insatisfactorio. Suiza se limita a practicar una retención de los pagos de intereses que realice a españoles con cuentas allí, pero manteniendo el secreto bancario.
Pero las fuentes consultadas estiman que, con el acuerdo del llamado Grupo de los 20 del pasado día 2 en Londres, existe base para reclamar por primera vez a Suiza "información individualizada" de titulares españoles de cuentas bancarias en el país helvíético, una de las bestias negras internacionales de la Agencia Tributaria española.
Evasión fiscal
Para el Ministerio de Hacienda, Andorra y Gibraltar son paraísos que hay que neutralizar en persecución de delincuentes, pero Suiza y Luxemburgo son bastiones de grandes evasiones. Los españoles invirtieron en Suiza 500 millones de euros en 2007, según el último informe disponible de la Oficina Comercial española en aquel país. De esa cantidad, 300 millones se dirigieron al sector de "banca y otros intermediarios financieros".
La Asociación de Bancos Suizos estima en más de un billón de euros las cantidades acumuladas desde todo el mundo en sus sucursales. El ministro de Finanzas de Alemania, Peer Steinbrí¼ck, lanzó en noviembre una investigación a los bancos alemanes para controlar las transferencias realizadas al paraíso alpino.
La carta del Gobierno suizo a España fue remitida el pasado mes dentro de un intento in extremis de aplacar a los países del G-20. El Gobierno decidió hacer ese ofrecimiento a los países asistentes para que no fueran duros contra Suiza en la reciente Cumbre de Londres. "El hecho de que nosotros hayamos recibido tambiíén esta propuesta de Suiza refleja la importancia de que España estíé en el G-20", comentan en el Palacio de la Moncloa.
Investigaciones 'fundadas'
El Gobierno suizo no ha detallado hasta ahora cuáles son sus límites. El pasado 13 de marzo, el Consejo Federal Helvíético anunció su disposición a restringir parcialmente su secreto bancario para colaborar con "investigaciones fundadas de fraude fiscal" y anunció que estaría dispuesto a modificar acuerdos bilaterales. España ha sido uno de los elegidos. Pero no hay calendario claro para que las promesas se conviertan en hechos.
El pasado viernes, Suiza protestó por figurar en la lista gris —un peldaño menos que la negra— de los paraísos fiscales mundiales del G-20. "Es deplorable", aseguró en un comunicado, tras reiterar que se había comprometido ya a cumplir con la normativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha confeccionado la lista para el G-20.
El presidente suizo y ministro de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, ha dejado claro en todo caso que el secreto bancario no será levantado totalmente y que no será aplicado a los residentes en Suiza. Es el caso de artistas y famosos como el piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso. í‰ste tiene residencia en el cantón suizo de Vaud y sus impuestos consisten en el pago de un 'forfait' negociable, no basado en los ingresos, sino en el valor de la residencia en que vive en Suiza.
Por ejemplo, el sueco Ingvar Kamprad, fundador y dueño de Ikea, con una fortuna valorada en 17.500 millones de euros, paga unos 100.000 en impuestos.
