A finales de agosto, Ethan Nicholas y su esposa, Nicole, sufrían problemas para pagar la hipoteca y los gastos por el nacimiento de su hijo. Tras saber que la compañía donde trabajaba, Sun Microsystems, había suspendido los bonos de fin de año, Nicholas consideró buscar otro trabajo y vender su casa.
Luego recordó haber leído sobre una persona que ganó un cuarto de millón de dólares rápidamente al escribir un juego de video llamado Trism para el iPhone.
Aunque tenía años de experiencia en programación, nunca había diseñado un juego en Objective-C, el lenguaje de codificación del iPhone. Buscó consejos y guías en internet y decidió crear un juego de artillería.
Durante seis semanas trabajó "mañana, día y noche", pero no pasó mucho tiempo para terminar su proyecto. Lo envió a Apple para su aprobación, la cual fue rápidamente concedida, y iShot fue lanzado en la tienda de aplicaciones el 19 de octubre.
El primer día ganó mil dólares; el segundo 2 mil y en el tercero apenas 50, nivel en el que se ubicó por semanas. En enero decidió presentar una versión gratuita para impulsar las ventas; la estrategia funcionó, y iShoot Lite ha sido descargado más de dos millones de veces. La versión pagada, que bajó de 4.99 a 2.99 dólares, vendió en su mejor día 17 mil copias, generando 35 mil dólares para Nicholas.
"Fue cuando le llamíé a mi jefe para decirle, ‘tenemos que hablar'", explicó Nicholas. "Y renunciíé a mi trabajo".
Para las personas que saben una o dos cosas sobre lenguajes de programación, historias como íésta provocan la clase de tormento que los infomerciales de la madrugada y los libros de autoayuda. Los primeros iPhone salieron en junio de 2007, pero no fue hasta julio de 2008 cuando la gente pudo comprar programas construidos por desarrolladores externos por medio de la App Store de Apple.
Actualmente existen más de 25 mil programas, o aplicaciones, en la App Store, muchos de ellos escritos por personas como Nicholas cuyos sueños giran en torno de una tarjeta SIM. Pero las probabilidades de "pegarle al gordo" del iPhone se reducen cada día más: la tienda está ya abarrotada de juegos parecidos y aplicaciones de todo tipo, y todos los días siguen llegando nuevas adiciones.
Muchos de los conceptos sencillos pero ingeniosos que se venden copiosamente --como la aplicación que hace parecer la pantalla como un tarro de cerveza o una pecera-- ya están tomados.
Y por cada iShoot, con el que Nicholas ganó 800 mil dólares en cinco meses, "existen cientos o miles que dedican todos sus esfuezos a crear algo que simplemente es ignorado en la tienda", indicó Erica Sadun, programadora y autora de "El recetario para desarrolladores del iPhone".
Las pocas probabilidades no han impedido que la gente se incriba masivamente a clases y conferencias sobre diseño de programas para iPhone. En la Universidad de Stanford, un curso de esta naturaleza atrajo a 150 estudiantes que buscaban uno de los 50 lugares para la clase presentada el otoño pasado.