La cruz pesa menos en los parquíés: alivios en el 'vía crucis' bursátil
Por Patricia Vegas / Pedro Calvoen El Economista
El calvario bursátil por el que han transitado los inversores desde finales de 2007 ha dejado paso a un renovado optimismo en las últimas semanas. El vía crucis no ha terminado, porque la recesión y los problemas financieros aún aprietan, pero la penitencia es menor. El sistema financiero ha llevado la penitencia en los pecados cometidos con anterioridad.
La avaricia de un elevado endeudamiento, la gula de las emisiones de deuda hipotecaria o la soberbia de menospreciar los riesgos han desatado un autíéntico calvario, entre cuyas consecuencias han figurado las fuertes caídas vistas en los parquíés desde finales de 2007. Sin embargo, el cielo ha vuelto a abrirse en las últimas semanas. El Ibex 35 ha encadenado su quinta semana alcista consecutiva, y aunque la resurrección no es completa, puesto que la amenaza de la recesión y de las tensiones bancarias todavía persiste, lo cierto es que los inversores sí encuentran motivos de alivio. Catorce argumentos que, a diferencia de cada una de las estaciones del vía crucis, está reduciendo el peso de la cruz bursátil.
I. La bolsa resucita
Despuíés de haber caído un 20% de media desde principios de 2008 y tocar mínimos de más de diez años, los principales índices mundiales vuelven a andar. Esta resurrección bursátil se ha apoyado en todas las medidas que han tomado los organismos gubernamentales y los bancos centrales mediante inyecciones de liquidez, bajadas de tipos de interíés, políticas cuantitativas, flexibilización de las normas contables y ayudas directas a diferentes sectores como el bancario o el automovilístico. Así, los parquíés mundiales han empezado a caminar por los números verdes en las últimas semanas y ya llevan un avance de más de un 25 desde los mínimos anuales.
II. La banca expía su pecado
Tras dos ejercicios de duro calvario por los excesos provocados ante unos bajos tipos de interíés, la avaricia de un mayor beneficio y la ausencia de la percepción de riesgo, las entidades financieras están culminando su propia penitencia. De hecho, cinco bancos -Deutsche Bank, Barclays, Credit Suisse, Citi y Bank of America- han comunicado que tienen beneficios en los primeros meses de este año -algo que no ocurría desde 2007- y esperan mantenerlos a lo largo de 2009. Además, Wells Fargo aseguró el jueves que espera ganar 3.000 millones de dólares, lo que sería un beneficio record y por encima de las previsiones de los expertos.
III. El paso monetario
Otra fuente de optimismo ha sido la continuación de los esfuerzos anticrisis por parte de los bancos centrales, que se han convertido en los costaleros del vía crucis. La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, el Banco de Japón y el Banco de Suiza han situado los tipos de interíés por debajo del 1 por ciento, mientras que el BCE los ha reducido al 1,25 por ciento, el nivel más bajo de la historia de la eurozona. Al mismo tiempo, las instituciones monetarias han adoptado medidas heterodoxas, como la compra de deuda pública y privada, para inyectar dinero directamente en la economía. El BCE aún no ha dado este paso, pero lo hará en mayo.
IV. Coordinación de cofrades
Tras los tibios resultados de la cumbre del G-20 en Washington en noviembre de 2008, la segunda cita con este grupo de países en Londres no levantó demasiadas expectativas. Sin embargo, la adopción de medidas más concretas, como los acuerdos sobre paraísos fiscales y la dotación de mayores recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI), han transmitido a los mercados financieros la sensación de que los principales líderes del mundo entienden mejor los problemas existentes y están dispuestos a arrimar el hombro.
V. La vigilia de los múltiplos
El desplome de la mayoría de las compañías, que acumulan recortes superiores al 60 por ciento de media, ha destapado tambiíén otra realidad: la de las valoraciones atractivas. En la actualidad el Ibex 35 cotiza con un PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) inferior a las 10 veces, un nivel que no se veía en los últimos diez años.
VI. La pena del dividendo
Aunque el primer trimestre de este ejercicio ha venido empañado por el mayor recorte de los dividendos en el S&P desde 1955, no todas las empresas han tenido que sufrir el luto de la menor retribución. De hecho, en el parquíé español 19 compañías van a incrementar el dividendo este año, según Bloomberg. Así, este mercado cotiza con una rentabilidad por dividendo superior al 5%, una de las más interesantes del mercado europeo. Un claro ejemplo se puede ver en Telecinco, que entregará a sus inversores un dividendo de 0,865 euros por acción el próximo 14 de mayo, lo que supone una rentabilidad del 12,6 por ciento.
VII. La cruz de la deuda
La mayor cruz con la que han tenido que cargar los parquíés en los últimos meses ha sido su alto endeudamiento. Por ejemplo, el parquíé español tiene unos compromisos financieros que superan los 230.000 millones de euros, es decir, tres veces el beneficio operativo estimado para este año. Sin embargo, esta carga poco a poco se vuelve más llevadera, ya que las compañías están recortando sus apalancamientos para sanear sus balances. Por ejemplo, Sacyr Vallehermoso ha vendido Itínere a Citi por casi 7.800 millones de euros, con lo que va a reducir su deuda, que en 2008 superaba los 18.000 millones de euros.
VIII. La absolución contable
Standards Board (FASB), organismo privado que emite los principios de contabilidad en Estados Unidos, decidió la semana pasada flexibilizar las normas contables sobre el cálculo del valor de los activos, conocidas como mark to market. Estas reglas han sido las que han provocado el calvario de los bancos, por las importantes depreciaciones de activos que han hecho. Y es que este principio contable, conocido tambiíén como fair value o valor razonable, obliga a la valoración de los activos a precios reales de mercado, lo que conduce a que las entidades hayan tenido que provisionar importantes píérdidas en sus balances tras las fuertes caídas del último ejercicio. Estos cambios afectarán a cómo los bancos valoran actualmente miles de millones de activos problemáticos, lo que les ayudará a fortalecer sus balances y, en teoría, les permitirá prestar más dinero. A corto plazo es evidente que la medida será muy positiva para los bancos, porque evita fuertes dotaciones por píérdidas latentes, algo que en los últimos meses ha lastrado sus resultados y ha descapitalizado a las entidades. Pero a medio plazo, la medida corre el riesgo de servir para ocultar la verdadera situación patrimonial, lo que puede terminar sirviendo para diferir en el tiempo los problemas reales de la banca.
IX. El silencio del euribor
Las medidas realizadas por los horquilleros del sistema monetario han permitido que el euribor -principal índice al que se referencian las hipotecas en España- silencie su efusividad alcista de 2008. Ha bajado del 5,526% que tocó en octubre del año pasado, que fue su máximo histórico, al 1,782 por ciento actual. Además, los expertos consideran que seguirá el sosiego bajista en el corto plazo, ya que se espera que el Banco Central Europeo baje el precio del dinero hasta el 1 por ciento en la próxima reunión del 7 de mayo, lo que supondría una rebaja de 25 puntos básicos. Esta medida
X. El descanso del riesgo
El miedo a que el sistema bancario se derrumbase por completo ante la gravedad de la situación -se produjo la quiebra de Lehman Brothers, la intervención de los estados en diversas entidades, las inyecciones de capital in extremis para salvar a las mayores hipotecarias de EEUU- provocó que el riesgo de que las firmas suspendiesen pagos tocase máximos en octubre del año pasado. El baremo que mide esta probabilidad de impago, conocido como CDS, alcanzó ríécord en algunas entidades. Sin embargo, este panorama ha cambiado gracias a la rápida intervención de los bancos centrales y los estados, que han demostrado que harán todo lo posible para sostener el sistema.
XI. La caridad de los fondos
Tras cerrar 2008 como el peor año de los fondos de inversión, este ejercicio ha dado un respiro al penitente bursátil. Así, febrero no sólo fue el mes que menores reembolsos se registraron desde que estallara la crisis de las subprime en agosto de 2007. Además, y pese a que los fondos conservadores siguen copando la mayor parte de las entradas de capital, en febrero, y por primera vez en mucho tiempo, una categoría de renta variable cerraba con más suscripciones que reembolsos. La afortunada fue la renta variable estadounidense: el mercado en el que se miran el resto de parquíés, el que se espera se recupere antes y el que mayores subidas ha experimentado en el último mes. El hecho es que la categoría cerró con entradas netas de 7,6 millones de euros, el 2 por ciento de los activos totales, gracias a que el 47 por ciento de sus fondos despidieron febrero con más entradas de dinero que salidas.
XII. El cilicio de los bajistas
Parece que la tortura de los bajistas está disminuyendo. Despuíés de que hubiesen tenido en sus manos más 20% del parquíé español para prestarlo -estrategia para ganar cuando las acciones caen-, ahora este porcentaje se encuentra en el 12,5%. Aunque no han desparecido, sí han disminuido su presencia en los mercados y es una de las principales razones por las que el vía crucis de los parquíés ha cambiado y ha entrado en positivo.
XIII. Sin alternativas
Otro ingrediente que ha allanado el calvario bursátil es la falta de alternativas de inversión. Al calor de las históricas rebajas de los tipos de interíés, los rendimientos tanto de los depósitos bancarios como de la deuda pública a corto plazo han menguado con fuerza. El de los primeros va camino de situarse por debajo del 2% y el de las segundas apenas llega al 1%. En este contexto, invertir en renta variable puede dejar de ser una penitencia para convertirse en una oportunidad a medio y largo plazo.
XIV. La volatilidad se redime
En la recta final de 2008, el índice VIX, que se toma como el termómetro de la inestabilidad en Estados Unidos, se disparó hasta los 80,8 puntos. Nunca antes había estado tan alto, un hito que constataba el miedo existente en los parquíés y que empezaba la verdadera penitencia del inversor. Ahora se encuentra en los 40 puntos, una cifra aún elevada, pero que demuestra que los nervios se han templado en los mercados.