WASHINGTON (Por Stephen Labaton y Edmund L. Andrews, de The New York Times).— Mientras el gobierno federal completa sus revisiones de los bancos más grandes del país, ejecutivos del sector se preparan para conflictos con el gobierno en torno a la devolución del dinero de rescate y la venta forzada de hipotecas en cartera vencida.
El presidente Obama salió anteayer de una reunión con sus principales asesores económicos para decir que “lo que estamos comenzando a ver son atisbos de esperanza en toda la economíaâ€. Pero tambiíén se observan crecientes señales de tensión entre la Casa Blanca y los bancos del país en torno a la siguiente fase del rescate financiero.
Algunos de los bancos más sanos desean devolver los príéstamos de rescate que recibieron para evitar pagos a ejecutivos y otras restricciones que acompañaron al paquete de apoyos, pero desean evitar la elevadas primas que aceptaron pagar cuando recibieron el dinero.
Jamie Dimon, director ejecutivo del JPMorgan Chase, y otros dos directivos de bancos grandes tocaron el tema en una reunión hace dos semanas con Obama y el secretario del Tesoro, Timothy F. Geithner.
“Esta es una fuente de considerable consternaciónâ€, expresó Camden R. Fine, quien asistió a la reunión en la Casa Blanca en su calidad de presidente de la Independente Community Bankers, una agrupación comercial que aglutina a 5,000 instituciones mayormente pequeñas, muchas de las cuales se están quejando de los requerimientos para la devolución del dinero.
La administración Obama quiere que los banqueros actúen más rápido para limpiar sus hojas de balance de activos tóxicos, los príéstamos y bonos hipotecarios que nadie quiere comprar ahora. Pero los bancos se resisten a hacerlo porque tendrían que absorber grandes píérdidas.
Por último, cada vez se palpa más ansiedad en el sector ante la posibilidad de que la administración pueda usar las pruebas a las que sometió a los 19 bancos más grandes del país, que deberán haber concluido en tres semanas, para insistir en cambios administrativos, igual que hizo con la General Motors cuando forzaron la renuncia de su director ejecutivo tras examinar los libros de la compañía.
Altos funcionarios, reconociendo que las próximas semanas podrían ser cruciales para la industria y el programa de rescate, están anticipando algunos planes importantes.
“Van a ver más medidas de la administraciónâ€, expresó Obama despuíés de la reunión de anteayer.