Hay un sector de la economía que parece haber evitado la crisis: el de los ladrones de identidad que merodean por la Internet.
La demanda y los precios en el mercado negro de tarjetas de críédito, números del Seguro Social y otros datos privados robados permanecen estables, de acuerdo con un estudio del fabricante de programas de seguridad informáticos Symantec Corp.
Asimismo, la oferta de esa información tambiíén se mantiene estable ahora que la recesión ha inspirado la creación de nuevas estafas dirigidas a personas que temen por su trabajo y finanzas, según el informe de Symantec y otro de Gartner Inc. que debía aparecer el martes más tarde.
''No hay presión sobre los precios, no caen, no se negocian en baja'', dijo Alfred Huger, vicepresidente de Symantec a cargo de seguridad. ''Eso indica que el número de compradores sigue siendo el mismo. La recesión no ha afectado la economía clandestina'', agregó.
Una de las razones es que los precios de cierta información han caído durante años, hasta el punto de que no pueden seguir bajando. Los números de tarjeta de críédito robados se venden por 6 centavos de dólar cada uno si se compran 10 mil de una sola vez. El precio puede llegar a 30 dólares por pedidos menores.
El acceso a cuentas de correo electrónico va de 10 centavos de dólar a 100 dólares. La credencial de una cuenta bancaria: de 10 a 1000 dólares.
Los estafadores pueden contratar a personas para ''vaciar'' cuentas bancarias intervenidas, pagándoles entre 8% y 50% de la suma robada. Un espacio en internet para una página estafadora se renta por entre 3 y 40 dólares a la semana.
Symantec dice que los vendedores no tienden a hacer trampa entre ellos. Se cree que muchas ciberpandillas tienen lazos con la mafia y los ladrones que no respetan las reglas del juego corren el riesgo de quedar excluidos de negocios ilícitos futuros o ser blanco de ataques, tanto electrónicos como físicos.