Seis semanas al alza: hay que recuperar la confianza como sea
Publicado en Expansión por Carmen Ramos
Es el objetivo que la Administración Obama y la Reserva Federal se marcaron y al que se sumó el Banco Central Europeo. Han puesto toda la carne en el asador y todo el dinero sobre la mesa.
Han variado principios contables y reciben críticas desde todos los frentes, pero han conseguido que ceda la desconfianza en el sector financiero y lograrán sacar las economías a flote.
No es un simple elogio hacia estas entidades, sino el sentimiento que Wall Street y el resto de bolsas están anticipando. El anuncio efectuado por el Citigroup de que había ganado dinero en los dos primeros meses del año fue el revulsivo.
El dato que puso fin a los desplomes de marzo y al feroz ataque de los bajistas contra el sector financiero. Esta semana se ha corroborado: la entidad financiera ha cerrado el primer trimestre con un beneficio de 1.220 millones de euros.
No es para tirar cohetes, y se dirá que es fruto del maquillaje y de las nuevas normas contables, pero lo importante es que ha ganado dinero tras cinco trimestres consecutivos de píérdidas. Citi no es la excepción ya que JP Morgan tambiíén tuvo beneficios de enero a marzo y varias entidades han adelantado una aproximación de los resultados obtenidos en esos meses.
Evidentemente no se puede pensar que ya está todo solucionado, que los índices bursátiles van a recuperar las caídas y que en cuatro días las economías estarán funcionado. De momento las bolsas pueden volver a los niveles de final de 2008, ya que las caídas de los primeros meses del año fueron fruto de un pesimismo exacerbado y de la apuesta a muerte de los bajistas.
El fuerte rebote de estas semanas obedece fundamentalmente al cierre de esas posiciones bajistas, pero el dinero fresco llega con cuentagotas.
Día tras día se observa que los volúmenes negociados son bajos, lo que invita a pensar que los inversores siguen desconfiando, que hay poca presión de la demanda, pero que evidentemente la presión de la oferta es menor.
Es decir que el miedo está cediendo y, a pesar de las fuertes revalorizaciones acumuladas en pocos días, no se realiza. El pesimismo ha dado paso a la duda razonable, que no es poco. Se comienza a tener claro que las bolsas han tocado fondo y se tiene la esperanza de que las economías lograrán salir de esta crisis.