Todo lo que hay que saber de depósitos... Y nunca se atrevió a preguntar
Verónica Rodríguez y Maite López en El Economista
O mejor dicho: nunca se le ocurrió preguntar, porque a pesar de la aparente sencillez de estos productos, hay detalles que nunca pueden pasarse por alto a la hora de suscribirlos. Les presentamos nuestro decálogo. Los carteles de depósitos con alta rentabilidad sustituyen a las vajillas o televisores por ingreso de nómina. Preferimos el ahorro-inversión. Sin embargo, ¿sabemos todo lo que hay que saber sobre este producto?
Los carteles de depósitos que prometen alta rentabilidad parecen haber sustituido a los que exhibían vajillas, televisores y demás enseres por ingreso de nómina. Lo que no hace sino demostrar hasta quíé punto este producto está sólidamente instalado en las preferencias del ahorro-inversión del ciudadano medio.
¿sabemos todo lo que hay que saber sobre este producto?
Planificar antes de firmar: los gastos a tener en un plazo medio, en función del tiempo contratado.
Cuándo cobro lo que gano: los hay que pagan por anticipado, otros, al final del periodo y algunos liquidan al trimestre o al mes.
¿En especie o en efectivo? Hay que saber que hay productos que ofrecen la rentabilidad en productos y no en dinero.
Una parte... para Hacienda: en concreto, el 18 por ciento de lo que percibe en intereses.
Calcule la TAE o rentabilidad mensual: puede usar esta fórmula: en el caso de 1.000 euros al 3 por ciento, un mes: multiplique 1.000 por 3 y divida entre 100, para luego dividir de nuevo entre 12. Total: 2,5 euros.
Ojo con la cancelación...: disponer anticipadamente del dinero -si es que se permite- conlleva penalización.
... y con los requisitos: algunas entidades bancarias, exigen la apertura de una cuenta que se conoce como asociada, en la que van liquidando los intereses. Pregunte por las comisiones.
Negociar, cómo y cuándo: aunque son productos cerrados, se pueden negociar, sobre todo si se amenaza con llevar el dinero a otra entidad. Los de campaña, con atractivas remuneraciones, son los más rígidos.
Comisiones: por lo general no tienen, pero conviene asegurarse.
Ni pase por alto las promociones: los productos promocionales corresponden a períodos de tiempo muy cortos, ya que el objetivo de comercializarlos es conseguir más clientes.