Efe | Reuters
Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha augurado un año muy difícil para la banca española y considera inevitable la fusión de algunas cajas de ahorros por su dependencia del sector inmobiliario, cuyos precios caerán otro 15% este año.
"Los bancos españoles afrontan un año muy difícil", han advertido los expertos del FMI en su revisión anual de la economía del país. A la vez que aumentan los príéstamos dudosos por la crisis del mercado de la vivienda, aumenta el desempleo, lo que obligaría a la banca, según el FMI, a adoptar planes de contingencia ante esta situación.
"Aunque los bancos han resistido bien el primer impacto de la crisis mundial gracias a una regulación prudente (...) su entorno operativo es cada vez más difícil dada la desaceleración profunda y prolongada", sostiene el Fondo.
No obstante, aunque respalda el "sólido" paquete de medidas realizado por el gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero para ayudar a los bancos y los "esfuerzos" por "reactivar" el mercado del alquiler de pisos, "cuestiona" la construcción de más viviendas protegidas porque, a su juicio, "en este momento aumentarían los inventarios" en un sector cuyo ajuste "probablemente tomará un tiempo".
Entre las grandes víctimas financieras están las cajas de ahorro, entidades para las que el FMI pide una estrecha supervisión debido a su dependencia del sector inmobiliario. Así, el organismo observa con satisfacción un clima de aceptación creciente de fusiones interregionales, además de considerar que un mayor "uso de las acciones de participación", si fuera preciso, reforzaría los balances.
Limitar el gasto público, empleos más flexibles
El organismo internacional, que ha revisado sus previsiones para 2009 y 2010, calcula que la recesión española aumentará con una contracción del 3% del PIB este año y del 0,7% el que viene. No obstante, la crisis empeora, y locomotoras como Alemania (-5,6%), Japón (-6,2%) y Estados Unidos (-2,8%) verán empeorar la crisis este año.
En este contexto, el FMI afirma que España debería ser cautelosa a la hora de continuar ampliando el gasto público para alentar a la economía en la actual fase de recesión económica, a fin de limitar su impacto en las cuentas públicas.
"Debería considerarse la aplicación de medidas de estímulo adicionales sólo si son necesarias para responder a un empeoramiento de la desaceleración", señala el FMI, que enfoca su discurso en el largo plazo: "Estas medidas deberán estar bien focalizadas y orientadas a facilitar las reformas estructurales.
Una de estas medidas es hacer más flexible el mercado laboral. "La mayoría de los directores subrayaron la importancia de la moderación y la diferenciación de los salarios reduciendo la indexación salarial, junto con la aplicación de reformas para fomentar la flexibilidad laboral, el empleo y la competitividad", indica la nota informativa.
"A pesar de la desaceleración económica, los costos salariales y unitarios de la mano de obra son mayores que los de los países socios de la zona del euro y la inflación se mantiene estructuralmente por encima del promedio de esta zona", recuerda el organismo, que achaca esta situación a factores como la "falta de competencia en los mercados de producción interna, los mercados de trabajo segmentados y los niveles relativamente bajos de la productividad y la competitividad".