Los expertos difieren y las bolsas van a su aire
Publicado en Expansión por Carmen Ramos
Alcistas y bajistas siguen en pie de guerra, dando lecturas totalmente opuestas a los datos macroeconómicos y a los propios resultados empresariales.
El primer bando está encabezado por Timothy Geithner, el secretario del Tesoro estadounidense. Si por una parte, el máximo responsable económico de EEUU considera que la amplia mayoría de la grandes bancos norteamericanos están bien capitalizados, por otra, en un articulo publicado en el Financial Times, afirmó que lo peor de la crisis remitirá progresivamente en las próximas semanas. Geithner considera que a las medidas establecidas por el Gobierno Obama se sumarán las acordadas en el G-20, de manera que lo peor está visto y se comienzan a vislumbrar indicios de mejora en los mercados financieros y en el comercio mundial.
En el otro lado del ring, un batallón de bajistas. Desde Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional, a varios premios de economía y una buena parte de los analistas de los principales bancos de inversión. Mientras el organismo monetario considera que la economía mundial bajará este año un 1,3% y que el fin de la crisis está lejos, el grueso de los expertos considera que las cifras presentadas por las entidades financieras norteamericanas son engañosas y que, en el mejor de los casos, sólo se ha ralentizado la depresión.
Entretanto, las empresas van presentando sus cuentas del primer trimestre. El agravamiento de la crisis ha hecho que los resultados de todas ellas hayan estado muy por debajo de los de hace año, pero los ajustes de costes y, por quíé no, el cambio de normas contables, han permitido que en muchos casos hayan superado las previsiones.
Tal vez Wall Street se estíé aferrando a estas cuentas, quiera dar un voto de confianza a la Administración Obama o adelanta el inicio de la recuperación. El motivo es lo de menos, pero lo cierto es que está mostrando una fortaleza inusitada y está arrastrando a todos los índices bursátiles del mundo.
Aquí sólo hay divergencias entre los políticos. El sentimiento bajista sobre nuestra economía es totalmente generalizado, pero cada vez son más los inversores que, a la vista de la realidad, se pasa al lado alcista de la bolsa.