NUEVA YORK (Por John Collins Rudolph, de The New York Times).—
No es un juego para novatos o para personas que carecen de valor. Pero para los inversionistas con la experiencia adecuada y un serio apetito por los riesgos, la crisis crediticia está configurándose como la oportunidad de una vida para comprar baratos activos inmobiliarios en dificultades.
Ya se inició un dinámico comercio de algunos de estos activos, en el que los inversionistas compran y venden miles de millones de dólares en príéstamos bancarios “tóxicos†respaldados por colateral como casas, terrenos y propiedades comerciales. Muchos de estos príéstamos “tóxicos†se negocian en sitios de internet similares a eBay, que en el curso del último año han crecido rápidamente.
“De pronto se puso de moda querer comprar activos en problemasâ€, dice Kingsley Greenland, presidente de DebtX, la líder en ventas de príéstamos en línea.
En el mundo convencional, miles de millones de dólares más en príéstamos “tóxicos†cambian de manos en un mercado de transacciones escasamente reguladas entre banqueros, corredores e inversionistas.
La mayor parte de estos príéstamos se negocian por una fracción de su valor original, lo que constituye un blanco muy atractivo para los inversionistas. Sin embargo, con la economía empantanada en una recesión y los valores en bienes raíces aún a la baja en muchos mercados, los postores agresivos corren el riesgo de pagar de más hasta por activos que parecen baratos.
“El arte en esto consiste en saber dónde hay una oportunidad y dónde está una trampaâ€, dice Chris Moench, quien administra un fondo de inversiones en problemas en San Peterburgo, Florida. “Si uno no compra el príéstamo correcto, nunca va a ganar dinero por esta operaciónâ€.
Comprar príéstamos es una proposición muy diferente a la de simplementre comprar bienes raíces. El nuevo propietario de una hipoteca vencida esencialmente debe asumir el compromiso donde el propietario original lo dejó. Eso significa acordar un nuevo plan de pago más accesible con el prestamista, o llevar la propiedad a juicio hipotecario.
“No es dinero rápidoâ€, explica John Martin, inversionista inmobiliario en Foster, City, California. “Una vez que uno ha adquirido una deuda, el reto es administrarlaâ€.
Invertir en príéstamos “tóxicos†tampoco es elegante, y los compradores a menudo son comúnmente llamados “ buitresâ€.
“Esto es inversión oportunista, sin importar como la califiquenâ€, dice Moench.
Sin embargo, el interíés en los príéstamos en problemas está aumentando. En febrero pasado se registraron casi 2,700 inversionistas para participar en una subasta en el sitio de DebtX en internet, más de 10 veces más que el número de registrados el mismo mes el año pasado.