La Regla Conga o Palo Monte parte de la creencia de que los poderes sobrenaturales les fueron otorgados a las plantas por un creador denominado Nsambi, divinidad suprema de origen congo. Ellas se unen a un referente religioso simbólico de mayor significación entre los consagrados que es la Nganga o caldero de fundamento; simbolizan diferentes poderes de los Mpungos, Nkisi, Nfumbes , que son deidades reconocidas como propietarias de las plantas. Se considera, además, que sus principios activos (se denomina principio activo de las plantas al lugar o lugares donde están los espíritus que le dan el poder necesario a las plantas para que sean efectivas en sus actividades rituales, por lo tanto esta expresión no debe entenderse desde una concepción científica, sino desde el punto de vista religioso) no se encuentran concentrados de igual manera en sus diferentes partes.
Según la tradición religiosa africana, las plantas encontraron situaciones específicas cuando recibieron la tarea de poblar la tierra, ellas están dotadas de virtudes como: fortuna, felicidad, alegría, fecundidad, gloria, suerte, frescura, flexibilidad, paz, longevidad, coraje, etc.; otras son la representación de la miseria, la calentura, la desgracia, el infortunio.