Pugna en el capital de Dogi por la toma de control de la compañía
Publicado en Expansión por Pilar Riaño. Barcelona
Un grupo de socios de la empresa catalana liderados por Hispánica de Calderería pretenden hacerse con la dirección de la textil a travíés de la compra de títulos en bolsa.
Revolución silenciosa en el seno de Dogi. Un grupo de accionistas de la textil catalana planea hacerse con el control de la empresa y forzar un cambio en la dirección mediante la adquisición de un porcentaje significativo del accionariado en el mercado. La operación está liderada por la empresa madrileña Hispánica de Calderería, que ha comunicado a la CNMV una participación del 10,53 por ciento en el fabricante de tejidos elásticos.
Josíé Manuel Castañeda, director general de Hispánica de Calderería –dedicada a la fabricación y montaje de recipientes a presión, tuberías y tanques de almacenamiento metálicos– ha confirmado a EXPANSIí“N la existencia de “contactos entre accionistas de la compañía y candidatos a serlo que establecen la posibilidad de una toma de controlâ€.
Según fuentes cercanas a la empresa, este colectivo suma actualmente un quince por ciento del capital de Dogi, aunque su voluntad es elevar su peso en los próximos meses y sindicar sus títulos. “El objetivo es llevar a cabo una acción hostil y forzar un cambio de direcciónâ€, señalan fuentes cercanas al grupo de accionistas, en el que tambiíén están involucrados algunos ex directivos de Dogi.
La capitalización bursátil de la empresa se sitúa actualmente en 43 millones de euros. Los títulos cerraron el jueves a 0,66 euros –con un alza del 6,45% respecto a la sesión anterior–. El pasado 30 de diciembre, las acciones de la compañía se situaron en 0,82 euros.
Domí¨nech
De producirse finalmente la operación que planean los minoritarios, la familia Domí¨nech, fundadora de la empresa, “carecería de recursos para oponerse a ellaâ€, explican fuentes de la empresa del Masnou (Maresme). De hecho, en el mercado señalan que los Domí¨nech han tratado durante el último año de deshacerse de parte sus acciones de la textil a precio de mercado “para aliviar presiones financierasâ€.
Jordi Torras, consejero delegado de Dogi, asegura que la familia Domí¨nech no plantea la venta de sus títulos, aunque no descarta diluir su participación en una operación para fortalecer el núcleo duro de la textil. Según Torras, este hecho se hubiera producido si la empresa hubiese logrado cubrir al cien por cien la ampliación de capital de 24,1 millones de euros cerrada el pasado agosto. “Los Domí¨nech están al límite de la participación que les obligaría a lanzar una opa; por eso es fácil que disminuyan su pesoâ€, explicó.
Josep Domí¨nech, presidente de Dogi, controla directa e indirectamente el 29,53 por ciento de la textil. A esta participación hay que sumar las de sus dos hijos (Eduard y Sergi Domí¨nech), con el 0,03 por ciento del capital cada uno. Tras la familia fundadora, el siguiente mayor accionista de Dogi es Hispánica de Calderería.
Al consejo
El porcentaje que controla actualmente Hispánica de Calderería le otorga derecho a ocupar un puesto en el consejo de administración de Dogi. El consejero delegado de la empresa afirmó que, “aunque no se ha hecho una petición formal, verbalmente han solicitado un puesto en el consejoâ€. De hecho, uno de los puntos del orden del día de la próxima junta de accionistas –convocada para el 4 de junio– consiste en la “aceptación de dimisión o cese de consejero y nombramiento de sustitutoâ€.
El consejo de administración de Dogi cuenta con nueve miembros, tres de los cuales pertenecen a la familia Domí¨nech. Además del consejero delegado de la empresa, en el órgano de administración del grupo figuran Rafael Español –presidente de La Seda de Barcelona–, el grupo asegurador Fiatc y el inversor Gustavo Píérez-Carballo –consejero de La Seda–, entre otros.
Futuro
“Estamos analizando las posibilidades y necesidades de la empresaâ€, señala Castañeda. En 2007, Dogi puso en marcha un plan para reestructurar la actividad de la compañía con el fichaje de Karel Schrí¶der como consejero delegado, que abandonó el grupo el pasado noviembre “por divergencias con la familiaâ€, según fuentes del mercado.
Pero los objetivos de cerrar 2008 en números negros no se han cumplido y la empresa perdió 59,19 millones de euros el año pasado, frente a los números negros de 21,13 millones de euros del ejercicio precedente. Los fondos propios de la empresa se redujeron el pasado ejercicio un 53,6 por ciento, hasta 63,66 millones de euros, mientras que la cifra de negocio de la compañía se situó en 117 millones de euros, un catorce por ciento menos que el año anterior. El endeudamiento financiero de la textil roza los 52 millones de euros de euros, con un alza del 6,38 por ciento respecto al ejercicio 2007.
Dogi es uno de los principales fabricantes del mundo de tejidos elásticos, que se venden principalmente a confeccionistas de ropa interior. La empresa se ha visto obligada a poner en marcha un plan de reestructuración tras años de desarrollo de su estructura productiva.
Dogi comenzó su crecimiento en 2000 con la adquisición de una empresa en Míéxico y de las fábricas de la multinacional Sara Lee, pero el endeudamiento derivado de estas operaciones no lo eliminó hasta 2006, mediante una emisión de obligaciones. La empresa cuenta con plantas en España, Alemania, China, Tailandia y Sri Lanka, tras cerrar este mismo año su fábrica de Filipinas. La compañía ha acometido tambiíén una reducción de personal de sus plantas españolas, situadas en Catalunya.
Fuentes del sector señalan que uno de los problemas de Dogi es su incapacidad de competir en costes con los productores asiáticos. A este elemento hay que sumar, ahora, la caída internacional de la demanda. “El primer trimestre avanza con ventas significativamente más bajasâ€, explica Torras. La empresa presentará sus resultados trimestrales el 15 de mayo.