Sobre Juan Pablo II
La Madre (la Iglesia) olvida su corazón latino. Más tarde será el Padre inesperado, hijo de las aguas y de los campos. Y hallará en los escritos del Padre muerto el designio de colocar a los pastores y hablar al rebaño. A la Madre le costará mantenerse con vida, pero vencerá las tentaciones y el orgullo de la victoria terrena. Luchará contra el Padre que, hermano entre hermanos, verá enrojecerse su túnica blanca. Tú que vienes de la niebla, serás herido. Morirá lejos de los pastores antes de llamarles a su lado.
Por primera vez desde 1523, se nombra un Papa no italiano, descendiente de campesinos y pescadores. Según la profecía, encontrará en los escritos de Juan XXIII las orientaciones precias de su pontificado. Un sector de la iglesia será hostil al nuevo Pontífice. Juan Pablo II, que viene de la niebla de Polonia, cuando va vestido de blanco por las calles de Roma es herido. Tambiíén advierte que morirá antes de convocar un nuevo Concilio.
La gran arma estallará en Oriente, produciendo llagas eternas. La infame cicatriz no se borrará jamás de la carne del mundo. Más antes de sus palabras de ciencia verdadera, el secreto del arma que destruye las armas. Vendrá entonces un tiempo de paz y el nombre de Alberto se inscribirá en la lápida. Estallará en Oriente (Hiroshima), produciendo enfermedades incurables. El recuerdo de aquel crimen no se borrará nunca de la memoria colectiva. Cuando ya se conozca el secreto del átomo, se aplicará en la paz y el nombre da Albert Einstein quedará en el recuerdo de la historia.