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Autor Tema: TODO TIENE INTELIGENCIA  (Leído 2009 veces)

Scientia

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TODO TIENE INTELIGENCIA
« en: Diciembre 05, 2007, 03:36:03 pm »
Sabemos que todos en mayor o menor grado tenemos inteligencia. Se dice que Dios es la Inteligencia.

Es bueno detenerse a reflexionar sobre la inteligencia en profundidad. Los metafí­sicos nos hablan de que no solamente los animales y las plantas tienen inteligencia, si no tambiíén todas las cosas. Todo está compuesto de átomos y el átomo es inteligente. El átomo es un trí­o de masa, energí­a y conciencia. Obedece a la ley de atracción que en tíérminos aní­micos es el amor.

En base a lo anterior la sustancia de todo lo que existe es inteligencia, que es invisible a nuestros ojos pero vemos sus efectos.

Es importante que cuando las cosas y asuntos personales no anden bien, es bueno recordarse que uno puede pedirles a las cosas o situaciones que se recompongan.

Cada órgano y cada cíélula es inteligente. Se le podrí­a hablar a los átomos del órgano enfermo para que mejore.

Tambiíén es bueno bendecir a la inteligencia de nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, o familia.

Cada vez que pienses en estos aspectos lo estarás desarrollando en ti tambiíén. Cada vez que lo afirmes en ti se aumentarán.



lauramsagra

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Re: TODO TIENE INTELIGENCIA
« Respuesta #1 en: Mayo 16, 2009, 05:28:39 pm »

Hasta hace pocos, muy pocos años, era criterio prácticamente de la humanidad, incluidos los cientí­ficos de todos los campos, el de que el grado de inteligencia de una persona estaba previamente establecido por la naturaleza y evolucionaba naturalmente, según la edad, dentro de lí­mites igualmente determinados. Hoy, a medida que las investigaciones progresan, cada vez son menos los hombres de ciencia que sostienen esa tesis.

Nadie ha podido aducir ninguna demostración cientí­fica que demuestre que la mujer tenga menos capacidad mental que el hombre; existen, más bien, algunos indicios que podrí­an llevar ala conclusión contraria.

El cerebro de una mujer no es superior ni inferior al del hombre.

El hecho de que el hombre tenga mayor disposición en unos campos del intelecto y las mujeres en otros parece deberse a factores de í­ndole cultural.

Son múltiples de filósofos, escritores, artistas, cientí­ficos y hombres de Estado que han producido su mejor obra en temprana edad.

Pero mucho más grande todaví­a es la lista de aquellos que les han ofrecido a los demás hombres el mejor fruto de su trabajo despuíés de los cincuenta, de los sesenta, de los setenta y aun más años de edad.

Platón muere, en plena capacidad creadora, a los 80; Leibniz, en igual forma, a los 70;

Y Kant, a los 80;

Y Bergson, a los 72;

Y Ví­ctor Hugo, a los 83;

Y Goethe, a los 83;

Y Verdi, a los 80;

Y Wagner, a los 70;

Y Matisse, a los 83;

Y Pasteur, a los 73;

Y Fleming, a los 74;

Y De Gaulle, a los 82;

Y Adenauer, a los 91;

Y Churchill, a los 91;

Y Picasso, a los 91;

Y Casals, a los 96;

 

La capacidad intelectual no depende de los años. El genio es joven a cualquier edad. Franklin empieza a estudiar electricidad cuando ya habí­a cumplido los cuarenta años. Gauguin llega a descubrir la pintura a la edad de treinta y cinco años, y Fra Angíélico comienza a pintar a los cuarenta y seis.

La edad más bien puede convertirse en una ventaja, porque a mayor edad, mayor experiencia; y a mayor experiencia, mayor diversidad de ideas relacionables. Por eso, si se fuera a determinar la edad promedio de las más grandes creaciones de la humanidad, tal vez estarí­a situada alrededor de los sesenta años.

Ya está suficientemente demostrado que, dentro de las mismas condiciones, la efectividad intelectual de los hombres puede ser la misma, cualquiera que sea la raza a la que pertenezcan.

El racismo va desapareciendo con celebridad de los centros de investigación de todo el mundo.

Pero, curiosamente, lo que ya no se cree de las razas se sigue creyendo de las personas en particular. Constituye una especie de "racismo individualizado" la posición que considera que los hombres tienen, desde el momento de nacer y por obrar de la misma naturaleza, una capacidad intelectual diferente.

Es cierto que de hecho la afectividad intelectual de los hombres es distinta, pero su capacidad es semejante.

Esa posición, si se analiza pormenorizadamente, envuelve en el fondo un pesimismo radical inconsciente en la mayorí­a de los casos y muy difí­cil de detectar en todos ellos, que no se compagina con los principios de los cuales la humanidad se siente más orgullosa y sobre los que aspiramos a construirla civilización del futuro

Es necesario romper las ataduras de que la inteligencia está prefijada al nacer.

En contra de esta afirmación podrí­a argumentarse que hasta el presente lo más grandes logros de la civilización de le deben a la raza blanca. Este es un hecho indiscutible

¿A quíé se debe? Para responder es necesario preguntarse, en primer lugar, por la razón de la existencia misma de la raza blanca.

Y puede afirmarse que íésta existe porque el organismo humano necesita vitamina D. Una piel que, por falta de una sustancia llamada melanina, sea blanca, absorbe en mayor grado los rayos ultravioletas provenientes del sol, imprescindibles por la formación de esa vitamina y escasos en las regiones cercanas a los dos polos de la tierra; y, por otra parte, una piel oscura sirve de protección en las regiones tropicales, donde esos rayos exceden de lo necesario.

Por la misma falta de sol, para los hombres de la raza blanca ha sido muy duro a travíés de los siglos el esfuerzo por la obtención del vestido, la alimentación y la vivienda, indispensables para poder subsistir. Para ellos la vida ha sido más difí­cil que para los miembros de cualquier otra raza.

Han tenido que luchar más

Y porque han tenido que luchar más- y no por ser blancos- han progresado más.

Es el medio externo, como acicate, y no la naturaleza, lo que ha condicionado su transitoria superioridad.

La ciencia está por rechazar definitivamente la creencia, en un tiempo muy en boga, de que la capacidad mental es una resultante del peso o del tamaño del cerebro. Puede haber, sí­, reacciones cerebrales distintas, por que el flujo sanguí­neo que llegue a cada cerebro sea diferente, por razones atinentes a la condición general de los individuos.

Pero definitivamente, la historia de la evolución de la efectividad mental del hombre no es la misma historia de la evolución de la especie.

Así­ fue en el pasado y así­ será en el futuro.

Los gemelos provenientes de un mismo huevo y cuya combinación de genes es idíéntica, desde el punto de vista hereditario, son como si se tratara de la misma persona repetida, o, si se prefiere, cortada en dos partes exactamente iguales. Si la inteligencia de una persona dependiera en forma determinante de la herencia, entonces gemelos de ese tipo, aun educados en medios diferentes, deberí­an tener un mismo grado intelectual o, al menos, muy aproximado.

Y, muy al contrario, en estudios cientí­ficos realizados aparecen diferentes notables, según el tipo de enseñanza recibida.

Aun aquellos que creen que la inteligencia depende en buena medida de la disposición hereditaria, admiten que más importante todaví­a es la formación recibida al comienzo de la vida.

Nunca puede perderse de vista la importancia vital que para cualquier aprendizaje, en primer lugar el de la vida misma, tienen los siete primeros años de la existencia de un ser humano.






Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉

lauramsagra

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Re: TODO TIENE INTELIGENCIA
« Respuesta #2 en: Mayo 16, 2009, 05:33:21 pm »
Conócete a ti mismo".

Esta frase ha sido repetida por veinticinco siglos de Historia.

Conoce lo más í­ntimo de tu ser.

Conoce las carencias, tus disposiciones, tus facultades.

Conoce, en fin, tu vocación vital.

Conoce tu propia interioridad, hazla aflorar a la superficie y somíétela a la luz de tu propio entendimiento. Son multitud las afirmaciones del arte, de la filosofí­a, de la psicologí­a, de la ciencia..., que, si meditamos un poco, podremos identificar con facilidad como vinculadas al imperativo socrático.

Se dice una y otra vez: conoce lo que piensas y lo que quieres y lo que realizas.

Y yo me pregunto: ¿por quíé no se ha insistido hasta ahora en el conocimiento del mecanismo de la mente humana, en la forma como se producen las ideas, en los recursos de la inteligencia, en las razones por las cuales unos hombres tienen más facilidades que otros para la invención, en las caracterí­sticas mentales de los creadores en el campo del arte o de la ciencia, en el funcionamiento del cerebro de aquellos que han sido calificados en el rango de los genios?

Es importante que conozcamos cuáles son nuestros pensamientos, pero creo que es más importante todaví­a el que conozcamos la manera de poder llegar a ellos. "Si a la orilla del mar encuentras alguien con hambre, no le regales un pez; ensíéñale a pescar".

La aplicación de esta frase, resumen de sabidurí­a, es universal y constante.

Esa es la única forma como los individuos y los pueblos pueden alcanzar el progreso. Educar significa "sacar afuera" lo que la persona lleva por dentro.

Al educar, por tanto, es imprescindible el más absoluto respeto por la personalidad de cada quien, para que sea ella misma quien logre su propio perfeccionamiento y desarrollo.

En la misma forma, estoy convencido de que la función del Estado es la de contribuir con su intervención determinante de la vida polí­tica, económica y social de la colectividad a crear el "clima", la "atmósfera", las condiciones externas necesarias para que los ciudadanos, libremente, puedan buscar con facilidad, por sí­ mismos y de acuerdo con sus respectivas capacidades, la plena realización de su ser integral.

La educación abarca la personalidad completa del hombre, corporal, intelectual y espiritual, en todas sus facetas.

La enseñanza, como parte muy importante de la educación, se dirige principalmente a suministrar conocimientos.

Hasta ahora la educación ha tenido por fin formar hombres moralmente mejores e intelectuales más ilustrados.

Fin loable, pero, sin duda alguna, incompleto.

¿Incompleto? ¿Por quíé?

El proceso educacional de la humanidad ha sido muy largo. Comenzó el primer dí­a en que apareció el ser humano tal como lo conocemos hoy sobre la faz de la tierra y ha continuado a travíés de la Historia, con retrocesos transitorios, en una lí­nea ascendente, tanto en extensión como en calidad.

Año tras año, es mayor el número de personas que reciben una educación sistemática y, en tíérminos generales, esa educación se perfecciona cada vez más. El resultado, la marcha del progreso de la humanidad a lo largo de los siglos. Y sin embargo, hay un asunto fundamental que, incomprensiblemente, se ha pasado por alto. Hay algo de vital importancia que no ha sido enseñado sistemáticamente hasta nuestro tiempo.

Hasta ahora se han enseñado conocimientos, pero no se ha enseñado a pensar.

Se ha enseñado incluso dónde y cómo encontrar todo tipo de conocimientos, pero no se ha enseñado la manera de combinar conocimientos para obtener otras ideas.

Se han enseñado las reglas del pensamiento lógico, pero no se ha enseñado las de la producción de pensamientos nuevos.

Se ha enseñado cultura, pero no se ha enseñado originalidad.

Se ha enseñado los frutos de la inteligencia, pero no se ha enseñado a tener más inteligencia.

En lo que se refiere al tesoro más importante que poseemos en la tierra, el pensamiento humano, a lo largo de los siglos a las gentes se les ha dado peces, pero no se les ha enseñado a pescar.

No es suficiente con enseñar conocimientos de diverso tipo, bien sean generales o especí­ficos, si no se enseña tambiíén cómo adquirir una mayor capacidad mental para entender mejor, para pensar mejor, para crear mejor.

Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉