Por... Miguel Urrutia
En la reciente asamblea de Fasecolda el Presidente ílvaro Uribe sugirió que sería útil estudiar la creación de un seguro de desempleo en Colombia, con apoyos mayores a los que existen en el actual subsidio de desempleo administrado por las cajas de compensación familiar. La justificación para esa iniciativa es doble. En primer lugar, apoyar económicamente a las personas que pierden su empleo para que puedan mantener su nivel de vida mientras buscan un nuevo trabajo, y en segundo lugar como estabilizador de la economía al evitar una caída en el consumo agregado en el momento de una recesión.
Para lograr el efecto macroeconómico deseado, el seguro de desempleo debe garantizarles una proporción significativa del ingreso a los trabajadores durante varios meses mientras buscan un nuevo trabajo. En el caso de Colombia, podría ser de un 50% del último sueldo, con un tope de dos o tres salarios mínimos. Una persona sería elegible si ha cotizado a la seguridad social durante un año continuo anterior, y el subsidio duraría hasta 9 meses, pero a partir del sexto mes, el trabajador tendría que aceptar los empleos que un servicio de intermediación laboral le ofrezca con una remuneración no muy inferior a la que tenía en su empleo anterior.
Las entidades encargadas de administrar el seguro tendrían que tener toda la información sobre los empleados en el sector formal de la economía, y los canales para pagar el seguro. Deberían tambiíén subcontratar los programas de entrenamiento para el empleo que se ofrecerían a los afiliados, y pagar a las empresas públicas o privadas de intermediación laboral que coloquen al desempleado antes del vencimiento del plazo del período asegurado.
El problema, claro está, es cómo financiar el seguro. Una posibilidad sería que las cajas de compensación familiar crearan un fondo para el pago del seguro con una parte del parafiscal del cuatro por ciento, y que el fondo se iniciara con un aporte del presupuesto, pues el seguro se debe iniciar en la actual recesión. En íépocas normales el fondo acumularía recursos, y las fluctuaciones del fondo jugarían un papel contracíclico en la economía.
Este tipo de seguro existe en todos los países industrializados, y es un mecanismo muy efectivo de estabilización de la economía, fuera de mejorar claramente el bienestar de la clase obrera a travíés del tiempo. Lo importante es no diseñarlo tan generoso como para disminuir los incentivos al trabajo o tan limitados los pagos que no le sirvan ni a las familias ni a la macroeconomía.