La venta de Chrysler al italiano Fiat quedó en suspenso, luego de que ayer el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos suspendió la transacción para contar con más tiempo para estudiar los tíérminos de esa operación.
La venta, aprobada la semana pasada por el Tribunal de Bancarrotas del Distrito Sur de Nueva York, es crucial para la reestructuración de Chrysler. Un grupo de consumidores y fondos de pensiones objetó la operación ante el Tribunal Supremo.
Entre los principales opositores hay tres fondos de pensiones de Indiana, que gestionan los derechos de jubilación del cuerpo de policía y de los profesores del estado y que cuentan con participación en Chrysler con el uno por ciento de las acciones.
La jueza Ruth Bader Ginsburg firmó una orden postergando el cierre del acuerdo que permitiría a Chrysler salir de la quiebra como una nueva empresa. La orden llama a detener el acuerdo “hasta nueva orden de la firmante o de la Corteâ€.