La conferencia sobre el cambio climático de Bonn, preparatoria de la cumbre de Copenhague que fijará un acuerdo post-Kioto , se cerró hoy con signos esperanzadores, al presentar por sorpresa Estados Unidos una propuesta para la reducción de gases contaminantes.
La delegación estadounidense -país que no ha ratificado el Protocolo de Kioto- planteó un plan concreto de reducción a largo plazo de las emisiones, que incluye objetivos fijos para los países industrializados y pide asimismo una contribución clara a los estados en vías de desarrollo.
La propuesta, aún en fase de esbozo hasta su desarrollo completo ante la cumbre de Copenhague, el próximo diciembre, prevíé un objetivo de reducción del 80% hasta el año 2050, para los industrializados.
A los países en vías de desarrollo se les pediría, a cambio, contribuir a la reducción, aunque sin pretender de ellos objetivos vinculantes.
La formulación está lejos aún de los planteamientos defendidos por la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCCC), pero la mera presentación de tal plan fue saludada por su secretario general, el holandíés Yvo de Boer, como una señal esperanzadora de cara a la cita de la capital danesa.
Hasta ahora, los objetivos planteados por la treintena de países industrializados presentes en Bonn, entre ellos casi toda la Unión Europea (UE), parten de una reducción de las emisiones de entre un 17 y un 26% hasta 2020.
El Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU, sin embargo, cree necesario reducir las emisiones entre el 25 y el 40% en comparación con los niveles de 1990, como esfuerzo mínimo para evitar daños mayores al Planeta.
Frente a los objetivos formulados por unos y otros países, por parte de las ONG se presentó un tratado de actuación, que establece pautas para que los países industrializados alcancen un nivel cero de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 2050.