Jazztel no quiere riesgos. La operadora ha llegado a un acuerdo para reducir drásticamente su deuda y asegurar su viabilidad, pero para ello necesita financiación de sus accionistas. La vía para conseguirla es una ampliación de capital. ¿El gancho?, un descuento del 64% en el precio de las acciones.
Cualquier accionista que pueda demostrar la propiedad de títulos de Jazztel a las cinco y media de esta tarde tendrá derecho a comprar acciones a 0,12 euros. Es un precio que está destinado a convencer a todos ellos del atractivo de respaldar la ampliación de capital de la compañía, puesto que el descuento con respecto a la cotización de ayer al cierre -0,33 euros- es del 63,63%. Si se toma como referencia el precio medio de los últimos seis meses, la rebaja es del 45%.
¿Por quíé tanta reducción? Porque Jazztel necesita al menos 70 millones de euros para comprar una elevada porción de su deuda en manos de los bonistas, renegociar el resto y ampliar el plazo de pago hasta 2013, y garantizar así su supervivencia.
La ampliación de capital propuesta y aprobada anoche por la CNMV es por algo más de lo estrictamente necesario. Son 82 millones los que Jazztel pide a sus accionistas, para mejorar su capacidad de maniobra con el remanente. De hecho, la colocación puede elevarse hasta 90 millones si la demanda lo permite y el consejo de Jazztel lo decide.
Con estas cantidades y el precio de cada acción, el volumen de nuevos títulos es considerable. Las emisión ascenderá a un mínimo de 683,4 millones de valores, lo que supone un 44% del capital actual y un 30,7% del que haya tras la ampliación. Eso significa que cada accionista tendrá derecho a cuatro acciones nuevas a 0,12 euros por cada nueve antiguas que tenga.
Son estas cifras de recaudación y emisión de acciones las que han aconsejado un precio reducido de las nuevas acciones, para tentar a los accionistas y permitirles rebajar su precio medio de adquisición ante la previsible caída de la cotización. Y eso se prevíé pese a que desde Jazztel aseguran que no habrá dilución para los accionistas, porque si acuden en proporción a su capital mantendrán el mismo porcentaje.
En cualquier caso, Jazztel se ha cubierto las espaldas por si los accionistas decidieran no acudir a la ampliación. La colocación está asegurada por los bonistas que han vendido su deuda y ellos comprarán las acciones en caso de que otros no lo hagan. El presidente y primer accionista de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, ya ha dicho que acudirá y eso supone restar los 20 millones que va a poner íél del total que se necesita.
El periodo de suscripción comenzará el lunes y se extenderá hasta el 9 de julio, plazo durante el cual los accionistas podrán pedir la ejecución de sus derechos y solicitar acciones extra, que les serían adjudicadas en una segunda ronda.
Seis meses para erradicar la amenaza del pasivo
El pasado 5 de mayo, Jazztel anunció un acuerdo que llevaba seis meses negociando: la recompra de 140 millones de euros de su deuda en bonos convertibles. Esa adquisición permitirá a la compañía reducir su pasivo de 251,33 millones de euros a poco más de 110 millones, lo que supone dejar su nivel de endeudamiento en 1,8 veces Ebitda. Pero, además, el acuerdo retrasará el momento de pago. La deuda inicial vencía en abril del año que viene; la que quedará tras la renegociación se podrá pagar por partes hasta 2013.
La ampliación de Jazztel es para pagar esta recompra de deuda y le bastan 70 millones para zanjarla porque la adquisición a los dos tenedores de bonos que tienen esos 140 millones se ha hecho al 50% de su valor. Para compensarlos, Jazztel les concederá warrants, cuya ejecución reportará 32 millones de ingresos a la operadora.