PABLO PARDO desde Washington
23 de junio de 2009.- Internet, ¿red libre o instrumento de control? Es algo más que una pregunta retórica, sobre todo a la luz de lo que ayer afirmaba la 'Biblia' de la prensa financiera mundial, el diario estadounidense 'The Wall Street Journal', según el cual la empresa Nokia Siemens Network -una sociedad conjunta de los gigantes europeos de las comunicaciones Nokia y Siemens-ha provisto al ríégimen iraní de tecnología para espiar las comunicaciones telefónicas y de Internet de sus ciudadanos. Ese sistema está siendo decisivo para que Teherán detecte y persiga a los disidentes. El 'Journal' cita a un portavoz de Nokia Siemens Network, Ben Roome, para avalar sus afirmaciones.
La primera información acerca de la red llegó por el blog austriaco Futurezone, que informó en 2008 que Nokia Siemens Network -una 'joint-venture' de la finlandesa Nokia y la alemana Siemens que opera en 150 países- había instalado un "centro de monitoreo" en Irán, como parte de un contrato más amplio de telefonía fija y móvil. Hace menos de tres meses, Nokia Siemens Network vendió el "centro de monitoreo" al fondo de capital-riesgo alemán Perusa Partners.
Nokia Siemens Network ha reaccionado con un post en su blog en el que afirma que la tecnología que ha instalado en Irán no permite bloquear comunicaciones telefónicas o por Internet. Asimismo, ha declarado a la BBC que el sistema "sólo se emplea para monitorizar llamadas telefónicas locales a telíéfonos móviles o fijos", y "no la capacidad de filtrar Internet o inspeccionar la web". En otras palabras: esa tecnología sólo sirve para descubrir disidentes por telíéfono, no por Internet.
Pero, según 'The Wall Street Journal', hasta que estalló la actual crisis en Irán, Nokia y Siemens no se preocuparon de hilar tan fino. El 'Journal' cita incluso un folleto de Nokia Siemens Network que afirma que los equipos vendidos a Irán permiten "monitorizar e interceptar todo tipo de comunicación de voz y datos en todas las redes".
El diario afirma que la red "permite a las autoridades no sólo bloquear comunicaciones, sino obtener información sobre individuos y alterarla con el objetivo de crear desinformación". Es el sistema conocido como 'deep packet inspection' (literalmente, inspección del paquete profundo), que es tambiíén perfectamente capaz de introducirse en redes sociales como Facebook y Twitter, que están jugando un papel decisivo en la organización de las protestas en Irán y en la transmisión de información al resto del mundo sobre la represión en ese país.
A pesar del toque orwelliano de toda esta tecnología, que parece sacada de una pesadilla futurista, la 'deep packet inspection' no es ninguna extravagancia de la República Islámica, sino que es tambiíén obligatoria en países occidentales como Estados Unidos o Gran Bretaña. Con ese sistema, "cada paquete digital de datos online es deconstruido, examinado para buscar ciertas palabras y reconstruido en milíésimas de segundo", según el 'Journal'. Y es que, como explica Roome, "si vendes redes, tambiíén vendes la capacidad de interceptar cualquier comunicación que circule a travíés de ellas". En realidad, el sistema recuerda mucho a la famosa red Echelon, desarrollada por EEUU y a la que tienen acceso algunos de sus aliados -como Gran Bretaña y Australia-, que espía las telecomunicaciones en todo el mundo.
Según el 'Journal', la infiltración que permite la red de Nokia y Siemens puede ser lo que explique que Irán no haya bloqueado Internet en todo el país, como hizo en las elecciones presidenciales de 2005. Porque, en esta ocasión, Internet ya no es un enemigo, sino un aliado de una dictadura. En vez de un sistema para comunicarse libremente, la Red podría haberse convertido -con la ayuda de empresas europeas basadas en países democráticos- en un gigantesco confidente del ríégimen que para delatar a los disidentes.