El muñeco humano
Exactamente de esta fabricación programada a la que aluden algunos científicos de avance, nos hablan tambiíén las tradiciones más antiguas del planeta, que quedan perfectamente reflejadas en el legado sagrado de los indios quichíés, de la gran familia maya. Cuando el planeta Tierra aún no se había solidificado, y antes de poblarlo por tanto el ser humano, ya estaban ahí los constructores, los fabricadores, los poderosos del cielo. Con esta afirmación, el Popol-Vuh, el libro del Consejo de los quichíés, está en línea con las afirmaciones de Francis H.C. Crick:
"Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el silencio, en las tinieblas, en la noche. Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, la luz esparcída.";
Así reza el Popol-Vuh, que además nos cuenta cómo los Dominadores construyeron al ser humano, al hombre, para que íéste les adorara y les invocara, ya que sin este detalle de vanidad su creación, su fabricación, no resultaba completa y, más aún, carecía de sentido. Esta necesaria adoración se repite en las tradiciones religiosas más antiguas de numerosas comunidades humanas. ¿Cabe pensar acaso que la energía que emitimos durante semejantes actos de adoración sirve de nutrición a quienes presumiblemente nos diseñaron? "Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre formado, como nuestro sostíén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador", afirma el Popol-Vuh. Narra este mismo 'libro del Consejo' que el primer muñeco formado con tal finalidad no hablaba, por lo cual no los invocaba, motivo por el que fue destruido: "No tenían ni ingenio ni sabiduría, ningún recuerdo de sus Constructores, de sus Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de los Espíritus del Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de Humanidad."
La imperfección de este primer intento de biorrobot provocó su destrucción por medio del agua, del diluvio: "Entonces fue hinchada la inundación por los Espíritus del Cielo, una gran ínundación fue hecha, llegó por encima de las cabezas de aquellos maníquíes."