CUANDO UN LAMA IBA A SER TREPANADO, PERMANECíA A OSCURAS UN DIA ENTERO, CON UNA COMPRENSA DE HIERBASANESTESICAS SOBRE LA FRENTE. AL AMANECER,LE CLAVABAN EN EL ENTRECEJO UN PUNZON
asegurarse que la glándula pineal es la sede anatómica de la percepción extrasensorial y que, a pesar de estar poco desarrollada en el hombre, se la puede estimular convenientemente con prácticas de meditación profunda y con ejercitación lumínica
VELO Y VEO, DOS FORMAS DE ENTRENAMIENTO
La glándula pineal se activa en la oscuridad y se atrofia al recibir demasiada luz. Esto fue comprobado ampliamente por los neurobiólogios que enunciaron las teorías VELO y VEO, vinculadas con este fenómeno.
VELO es el nombre que se le aplica a la activación de la glándula pineal, mediante sesiones de oscuridad prolongada, hasta lograr ver los objetos a pesar de la falta de luz. "Tras un entrena-
miento de varias sesiones -relata un sujeto en prueba de adaptación VELO-colocaron ante mi . s ojos un objeto que no lleguíé a reconocer, antes de quedar sumergido completamente en las som-
bras. Primero distinguía una luminosidad grisácea pero llegó un momento que notíé claramente que se trataba de un ramo de orquídeas. Lo más interesante es que llegó un punto en que pude ver sus colores y todos sus detalles, gracias a una especie de luz pulsante que irradiaba de la planta ".
Otra forma de entrenar la glándula pineal es mediante la práctica del VEO, que consiste en permanecer con los ojos vendados en un sitio luminoso, tratando de concentrar la energía en el entrecejo, hasta percibir las imágenes. Este ejercicio es más complicado que la práctica VELO, requiere mayor entrenamiento y concentración y, por eso, para quienes se inician en el desarrollo de su tercer ojo es más recomendable acudir a la tíécnica VELO.
De todos modos, ambas ejercitaciones lumínicas son de gran utilidad para mejorar el funcionamiento pineal: permitiendo que en forma paulatina se aprenda a ver en la oscuridad, mejoran_ do la propia intuición y ayudando a que quienes las practican puedan distinguir el aura (una irradiación luminosa y colorida que rodea a todos los seres vivos). Para efectuar usted tambiíén una ejercitación lumínica, proceda de la siguiente forma:
9 Elija un sitio tranquilo y que pueda oscurecerse por completo. Coloque frente a usted un objeto colorido (por ejemplo, un ramo de flores), apague la luz y permanezca observándolo en la oscuridad durante 10 minutos.
Durante, este lapso intente mantenerse muy concentrado. Para lograrlo respire lenta y profundamente, tratando además de no pensar en ningún asunto que pueda distraerlo de su práctica.
0 Repita en forma diaria, durante una semana, la práctica VELO. Trate de estar atento a los nuevos detalles que descubra cada día en el objeto citado, ya que a pesar de la oscuridad su glándula pineal se irá aguzando hasta permitirle distinguir los detalles de forma y los tonos.
0 Busque la colaboración de alguna persona para aplicar la ejercitación VELO en la visualización del aura. Durante una semana, tal como hizo con las flores, observe a su compañero en la oscuridad, tratando de concentrarse sobre todo en su cabeza y sus manos.
Si usted consigue abrir los canales energíéticos de su glándula pineal llegará a notar irradíaciones íén la cabeza y las manos de su acompañante (le causará la impresión de que estos miembros se alargan) a pesar de no haber luz en el cuarto. Si además de] contorno de estos miembros logra distinguir matices de color, será sinónimo de que su tercer ojo está comenzando a despertarse.
Una vez adquirida esta facultad pineal, consiga un cristal de cuarzo y repita los ejercicios sosteniendo esta piedra sobre su entrecejo. Potenciará de este modo la capac, ¡dad energíética de su sexto chakra y tal vez -si usted es una persona que logra conectarse con su parte intuitiva- pueda no sólo ver el aura sino tambiíén anticiparse a sucesos futuros cada vez que realice la experiencia.