Los contratos basados en el valor de la moneda china dentro de un año muestran que los inversionistas están apostando a que el yuan suba menos de un 1 por ciento a 6,7700 por dólar, en comparación con el alza de un 2,4 por ciento indicada el 1º de junio. El tipo para entrega inmediata era de 6,8346 en Shanghái. El banco central lo ha variado tan solo alrededor de 0,08 yuanes desde el 1º de julio del 2008, al profundizarse la crisis crediticia.
Otro año de escasa apreciación les facilitaría a los fabricantes chinos mantener bajos los precios a los consumidores de Estados Unidos y Europa y frenar así un descenso de las exportaciones que lleva siete meses y ha hecho necesario cerrar fábricas. Tambiíén limitaría el poder adquisitivo de China al importar materias primas y bienes de lujo, lo cual alimentaría la tensión con los socios comerciales del país.
“El efecto de la apreciación del yuan en el sector de las exportaciones y los índices de empleo en China sería significativoâ€, dijo Sergei Dergachev, que posee “forwards†o contratos de futuros del yuan como parte de la cartera de US$233.000 millones que ayuda a supervisar en Union Investment en Fráncfort. Dergachev dijo que no espera que el yuan suba en el año venidero porque “el costo político sería altoâ€.
La política de China en los últimos cuatro años ha sido administrar su tipo de cambio frente a una cesta de divisas no reveladas como paso hacia la convertibilidad total del yuan. El tipo de cambio se mantuvo fijo en 8,3 por dólar entre 1995 y el 2005.
Cambio de política
El Gobierno mantuvo el yuan estable en los 12 últimos meses despuíés de que la moneda subió un 21 por ciento frente al dólar entre julio del 2005 y julio del 2008. El cambio en la política cambiaria en los últimos 12 meses sorprendió a los negociantes de forwards, quienes al 1º de julio del 2008 apostaban a una apreciación de un 6 por ciento en los próximos 12 meses. El banco central no ha anunciado modificación alguna en el ríégimen del tipo de cambio.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, exhortó a China el 1º de junio a que permitiera una mayor flexibilidad en el yuan y dijo que la economía asiática debería depender más de la demanda interna que en las exportaciones para fomentar el crecimiento. Tambiíén resaltó la necesidad de permitir que el mercado fije los tipos de interíés y los tipos de cambio para administrar la economía. Los superávits comerciales de China con Estados Unidos y Europa han abultado las reservas del país en divisas, que sentaron una marca de US$1,95 billones en marzo.
El primer ministro Wen dijo en varios discursos este mes que sus objetivos principales son crear empleos y evitar que la economía entre en una “etapa decisivaâ€. El objetivo de China de un crecimiento de un 8 por ciento en el 2009 contrasta con el pronóstico del Banco Mundial de que la economía mundial se contraerá un 2,9 por ciento.
Reducen apuestas
El contrato forward del yuan a 12 meses bajó casi un 8 por ciento en el segundo semestre del año pasado despuíés que la quiebra de Lehman Brothers Holdings Inc. el 15 de septiembre llevó a los inversionistas a acumular dólares y desechar las monedas de los mercados emergentes. El contrato subió casi un 5 por ciento en los cinco primeros meses de este año al declinar el valor del dólar, y ha bajado un 1,2 por ciento en lo que va de este mes porque los operadores redujeron las apuestas a una apreciación.