Radioaficionados y amantes de la astronomía de todo el mundo pasaron el fin de semana rebotando conversaciones de radio a la Luna en conmemoración del alunizaje del transbordador Apolo XI hace 40 años, dijeron los organizadores en Australia.
Aunque tenían algunas conversaciones claras y largas, debieron ser pacientes.
La señal de radio tarda alrededor de 2,5 segundos en llegar a la Luna y rebotar a otra parte de la Tierra, de modo que se tarda unos cinco segundos en obtener una respuesta.
Iniciado hace unos pocos meses por apasionados de la ciencia en Australia y Estados Unidos, el “Moonbounce†fue estrenado hoy tras un evento especial de 24 horas, que los organizadores esperan llegue a ser anual.
El acto congregó a cientos de radioaficionados de todo el mundo, dijo el co fundador Robert Brand, algunos con sus propios aparatos de radio.
Estaba pensado para que coincidiera con el 40 aniversario del aterrizaje del Apolo XI el 20 de julio de 1969. Pero como la luna no está en órbita directa alrededor de la línea ecuatorial de la Tierra, este era el fin de semana más cercano para que los organizadores pudieran realizarlo.
Entre los participantes estuvo el astronauta del Apolo VIII Bill Anders, uno de los primeros hombres en girar alrededor de la Luna, que tomó una famosa fotografía de la Tierra desde el espacio conocida como “Eathriseâ€.
Aunque la mayoría era aficionada, algunas instituciones prestaron equipos para el evento, incluida una antena de 26 metros en el Monte Pleasant en Tasmania y otra de 45 metros en la Universidad de Stanford de Estados Unidos.
“Las señales suben desde estas antenas en un estrecho rayo hacia la Luna. En realidad golpean el suelo y en un nivel atómico agitan todos los átomos de la superficie de la Lunaâ€, dijo Brand.
Se piensa que cerca de 1, 000 personas de todo el mundo tienen el equipo necesario para hacer este tipo de comunicaciones.
Brand, que lleva 17 años desempeñando un papel menor en las misiones del Apolo ayudando a instalar los equipos de telecomunicaciones usados por la NASA en Australia, dijo que los resultados fueron muy claros.
Hubo “muy poca diferencia de calidad†con algunas radios comunes, sostuvo.