En 1974, Joseph Tanguy, joven dependiente de una tienda de París, fue sometido a una operación para explorar un tumor cerebral. Se diagnosticó que era maligno, y el paciente fue desahuciado. Sin embargo, el míédico de Tanguy conocía la actividad del doctor Lang y aconsejó al joven que le consultara. Despuíés de tres tratamientos a lo largo de varios meses, el tumor se redujo gradualmente, y las subsiguientes pruebas míédicas demostraron que había desaparecido por completo.
Uno de los aspectos más inusuales de la tarea del doctor Lang es el hecho de verse apoyado por numerosos míédicos, particularmente en Francia, algunos de los cuales le envían regularmente sus casos más difíciles. Varios míédicos han certificado la exactitud de sus diagnósticos y la efectividad de su tratamiento. El doctor G., del sureste de Francia, dice:
Soy míédico desde 1970, y tengo la gran satisfacción de conocer al doctor Lang desde 1975. Deposito en íél mi entera confianza. El diagnóstico del doctor Lang no depende del interrogatorio del paciente: es un diagnóstico instantáneo. Antes incluso de que uno pueda decirle dónde le duele, íél es capaz de enunciar cuál es el problema. Lo dice con precisión, con una exactitud sorprendente, y con detalles para cuyo conocimiento cualquier otro míédico necesitaría radiografías y modernas pruebas de laboratorio.
En la obra Surgeon from another world (Cirujano de otro mundo), de George Chapman en colaboración con Roy Stemman, el doctor F., de Marsella, atestigua las curaciones que ha realizado Lang:
Desaparición en una sesión y curación de un tumor cerebral maligno en un niño de poca edad. En una sesión, un niño de siete años que había estado completamente paralizado desde su nacimiento empezó a andar a gatas. Desaparición del dolor en casos de artritis muy agudos y avanzados, especialmente coxartritis (que afecta a la cadera). Desaparición de cálculos de la vesícula biliar, etc.
Parece haber pocas dudas respecto a que Chapman ha sido aceptado como un míédium bona fide de William Lang por aquellos que conocieron y amaron al míédico en su existencia terrenal. Tampoco existe ninguna razón para dudar de la entrega por parte de Chapman. í‰ste trabaja prácticamente sin cesar, viajando entre Inglaterra, Europa y los Estados Unidos, con un equipo de secretarias para atender al incesante diluvio de correo y peticiones de visita.
Inevitablemente, ha sido el íéxito en las curaciones lo que ha excitado la imaginación del público, pero la curación no es el único objetivo de la asociación entre George Chapman y el doctor Lang. Chapman está seguro de que la finalidad de la misma es algo más profundo que el alivio de dolores y sufrimientos, por grande que pueda ser el valor de íéste. Como dice en Surgeon from another world: «El verdadero propósito del retorno de su espíritu [el del doctor Lang] no es solamente, y de ello estoy convencido, curar a las personas enfermas. Es tocar el alma y darnos una nueva y convincente percepción y comprensión de la realidad espiritual que nos rodea.»