elmundo.es/Juan Emilio Maíllo
Madrid.- Unicaja lo vuelve a intentar. Tras su fallido intento de adquisición de Caja Castilla-La Mancha, su presidente, Braulio Medel, ha pactado con su homólogo de Caja de Jaíén, Josíé Antonio Arcos Moya, proponer un convenio de fusión entre ambas entidades.
El proceso está abierto a la incorporación de otras entidades que lo deseen, con lo que se avanza en el deseo de la Junta de Andalucía de crear una gran caja en la región.
Hace una semana, tanto Medel como el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, se declararon "partidarios de una integración entre entidades financieras andaluzas tan amplia como sea posible".
La fusión se plantea como un proceso totalmente privado, sin que estíé prevista la utilización de financiación ajena, dice el comunicado conjunto emitido por Caja Jaíén y Unicaja. Dicho de otra forma, la integración se produciría sin recurso al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
La voluntad es "desarrollar, desde una entidad andaluza, el liderazgo del sistema financiero de nuestra comunidad autónoma, y consolidar una destacada presencia fuera de la misma".
El volumen de negocio gestionado por la nueva entidad rondaría los 50.000 millones de euros y su ratio conjunto de solvencia superaría el 14%, muy por encima del 8% del mínimo regulatorio.
Por activos, el tamaño de Unicaja es 30 veces superior al de Caja de Jaíén: 32.026 millones de euros frente a 939 millones. Respecto al número de oficinas, Unicaja tiene 921 frente a las 52 de Caja de Jaíén.
Inicialmente se mantendrán separadas las dos obras sociales y, al menos por un periodo de tiempo, las marcas comerciales de cada entidad.
Con este proceso, Braulio Medel logra su objetivo de arrancar un proceso de fusión antes de que a mediados de agosto se tuviese que iniciar el proceso electoral en Unicaja que tendría que desembocar en su cese, tras haber agotado el periodo máximo en el cargo. Sin embargo, al nacer una entidad distinta, Medel podría seguir como presidente de la nueva caja.