No subestimen el potencial del dividendo
Fernando Martínez en Cinco Días
Pese a la convicción cada vez más extendida de que lo peor de la crisis ha quedado atrás, la sospecha de una recaída y de un otoño dramático sigue acechando a la economía mundial, a las expectativas de resultados empresariales y, por tanto, a las de dividendos. Los mercados de futuros anticipan una contracción en la remuneración al accionista en 2010 y 2011 y tasas de crecimiento mínima durante los siguientes años; en Estados Unidos, la previsión es que el nivel de dividendos de 2008 no se recupere hasta dentro de 10 años. "Estos datos sugieren que hay un margen considerable para sorpresas positivas en las expectativas del mercado sobre los dividendos", avisan desde el banco UBS, que cree que se están sentando las condiciones para que la remuneración al accionista resurja con fuerza.
Los dividendos tienen cada vez menos incidencia en la rentabilidad de los mercados de acciones: a comienzos de los ochenta, la remuneración al accionista representaba casi el 60% del rendimiento del S&P 500; al empezar el año 2008, el peso de los dividendos había caído por debajo del 30%. La estabilidad económica en los países avanzados y la recurrencia de los ríécords en los beneficios empresariales hicieron que los inversores dieran prioridad a la remuneración variable antes que al beneficio seguro, pero modesto, del dividendo.
La tendencia giró cuando el colapso de Lehman Brothers provocó una sacudida sísmica en la economía, los mercados se desplomaron y las cotizaciones cayeron a niveles no vistos en 10 años. Ahora, la Bolsa está en marcha de nuevo, pero los resultados empresariales todavía ponen en cuestión la capacidad de las empresas para ser generosas.
En España, la remuneración se ha congelado y sólo el dividendo extraordinario desembolsado por Endesa (6.246 millones) permite arrojar cifras positivas en 2009. El frenazo es evidente.
Pero, ¿cambiarán las tornas? "Los inversores pueden jugar un papel determinante al demandar dividendos mayores ante la ausencia de otras oportunidades para obtener rendimientos atractivos", apuntan en UBS. No se puede olvidar que pese al formidable empujón que llevan desde marzo, las Bolsas aún están en números rojos respecto a 12 meses atrás.
"Hay margen para incrementar los dividendos. Sobre todo en EE UU, donde los ratios de payout han sido históricamente inferiores a los del resto del mundo. El payout tambiíén ha caído en Europa en los últimos años", completa el banco. La entidad ha escogido 35 valores en distintas regiones que destacan por su compromiso con el dividendo. La selección se concentra en bancos y farmacíéuticas.
Tradicionalmente, las empresas que apuestan de una manera consistente por retribuir al accionista son vistas en la comunidad inversores como compañías que ofrecen una imagen de disciplina en la gestión y de estabilidad. Eso sí, siempre que no se recurra a piruetas financieras como pedir un críédito para pagar dividendos, algo que ya ha sucedido en alguna ocasión. La crisis global está remodelando muchos aspectos del mundo financiero y la renta variable no será inmune a estos tiempos de cambios. Muchos expertos vaticinan que los valores que saldrán reforzados son los de las grandes compañías, sólidas, poco aventureras y, a priori, más aburridas en tíérminos de rentabilidad... Pero en asuntos de seducción, no subestimen el poder del dividendo.