'El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, advirtió el pasado viernes que podría dejar de fijar sus precios en dólares para pasarse al euro en los próximos diez años...', y es que la depreciación de la divisa americana que viene sufriíéndose como consecuencia de la política monetaria desesperada de la Reserva Federal y el tremendo díéficit del Gobierno de EEUU. están llevando al limite el sistema de dinero fiduciario de curso forzoso que EE.UU. tiene impuesto en el mundo.
Las consecuencias, en caso de llevarse a cabo en la actualidad, de este cambio de moneda por parte del cártel del crudo y por ende de casi toda la economía mundial, serían dos. Por un lado el precio del petróleo para los EE.UU. se elevaría al doble, por otro, y esto es mucho más relevante, la enorme cantidad de dólares que la Reserva Federal 'HA CREADO' durante los últimos 35 años (tras el abandono del patrón oro de Bretton-Woods) y que eran atesorados por los productores de petróleo (petrodólares) y los Gobiernos chino, japones, indio, surcoreano, etc. serían repatriados a EEUU para adquirir otros bienes y activos, es decir le devolverían las labores de imprenta de estos ultimos años a Estados Unidos, y claro, tendrá que pagar a todos los que lo presenten... con lo cual tendríamos a su vez, dos consecuencias.
En primer lugar, una enorme inflación monetaria, debido a la enorme cantidad de dólares en circulación y por otra parte, los tipos de interíés se dispararían en la medida en que los ahorros de los países productores de petróleo dejaran de ser reinvertidos en bonos del gobierno estadounidense, con lo que su precio caería, esto es, los tipos de interíés subirían además de por el hecho de intentar controlar la inflacion, aunque esta última receta queda para los libros del siglo pasado a la vista de las ultimas actuaciones de la FED...
No obstante si esto continua así la quiebra está asegurada, no parece que exista un plan 'B'. Pero Bernanke no ha rectificado su política de tipos, con lo que el dólar sigue su curso y se hunde. Solo dos medidas podrian adoptarse, una con carácter urgente y otra a medio largo plazo:
La primera, recortar el gasto público para reducir el elevado díéficit de la economía estadounidense. (Por el contrario, el presidente Bush acaba de anunciar recientemente la intención de duplicarlo en los próximos ejercicios.)
La segunda, sería volver progresivamente a un sistema de patrón respaldado: oro por ejemplo, donde cada emisión de dólares represente activos tangibles.
En caso contrario, el proceso seguirá su curso y el dólar seguirá depreciándose hasta el rechazo total de la moneda norteamericana. Las consecuencias sobre una economía mundial, que nos guste o no, está basada en el billete verde, podrían superar el escenario de cualquier película de terror y ficción'.