Por... Josíé íngel Vela y Noel García
Mientras se frena el impulso a los biocombustibles en Míéxico, Pemex sale al exterior a comprar 182 mil barriles diarios de combustibles más limpios, con la millonaria fuga de divisas.
Obligada a comercializar gasolinas y diesel Ultra Bajos en Azufre (UBA) en las principales zonas metropolitanas del país, pero sin la capacidad para producirlos, Pemex importa en promedio 118 mil barriles diarios de gasolina Magna UBA, 36 mil barriles diarios de Premium y 28 mil barriles al día de diesel UBA.
Pemex no reveló el gasto por dichas compras, sin embargo, tan sólo por las importaciones de diesel UBA, de junio de 2006 a julio de 2009, la paraestatal desembolsó cerca de 4 mil millones de dólares.
Actualmente, en la Refinería de Cadereyta, Pemex produce en promedio 31 mil 778 barriles diarios de diesel UBA.
“La capacidad para elaborar este producto puede expandirse hasta 75 mil barriles por día, la cual está sujeta a la aprobación del presupuesto requerido para hacer las modificaciones necesarias en las plantas existentesâ€, expuso Pemex en un documento entregado a Reforma.
“A partir de la asignación presupuestal se requieren 6 años para completar el proyectoâ€, agregó.
Sergio Serna, investigador de biocombustibles del ITESM, resaltó que Míéxico podría desarrollar programas para investigación y producción de biocombustibles como el etanol o el biodiesel a partir de productos agrícolas como el sorgo dulce y la jatrofa, respectivamente.
Lo anterior porque el etanol y el biodiesel sirven como aditivos para las gasolinas y el diesel, los cuales tienen la función de ser, en el caso del primero, un oxigenante sustituto del MTBE -lo cual en el proceso de combustión reduce las emisiones de azufre-, y en el segundo, un aditivo de lubricidad, que lo convierte en un combustible más limpio.
“Si Míéxico consume 130 millones de litros de gasolina diariamente, entonces un 30 por ciento lo estamos importando. Si en el país hubiera un programa para producir el 10 por ciento de nuestra gasolina con etanol, lo primero que se reducirían serían las gasolinas de importación, y lo mismo sucedería con el dieselâ€, dijo Serna.
Agregó que además se tendrían ventajas en el sector agrícola porque se activaría la producción de jatrofa y sorgo dulce, lo cual genera empleo.
El experto lamentó el desinteríés de producir biocombustibles en Míéxico y el enorme gasto en la importación de combustibles limpios, mientras los proyectos de etanol se postergan y se evita el biodiesel por otros aditivos.