Por... Lorena Figueroa
Dos de cada cinco hispanos que trabajan no ganan lo suficiente para mantener a su familia por encima de la línea de la pobreza en este país.
Así lo indica un nuevo informe del Consejo Nacional de la Raza (NCLR, por sus siglas en inglíés), que además revela que este sector de la población es el que más carece de seguridad en su lugar de empleo y de prestaciones laborales en contraste con los de raza blanca o negra.
La estadística es todavía peor en la región fronteriza de El Paso y Suroeste de Nuevo Mexico.
Por ejemplo, los trabajadores agrícolas que laboran en los campos de esta región –todos ellos de origen mexicano– ganan un salario que es menos de una tercera parte del nivel de la pobreza, no tienen ningún tipo de beneficio y su labor es la segunda más peligrosa en el país.
“Estados Unidos sigue sin reconocer lo importante que son en esta sociedad y economía, no sólo los campesinos, sino muchos otros trabajadores de origen hispanoâ€, expresó Javier Píérez, quien es coordinador de Proyectos del Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos.
Coincidió con el reporte del NCLR, la organización de hispanos más grande de Estados Unidos, que precisa que casi el 42 por ciento de los trabajadores hispanos gana un salario a nivel de pobreza.
El organismo precisa que en el 2007, ese sueldo era de 10.20 dólares por hora para mantener a una familia de cuatro integrantes. En comparación, el 22 por ciento de los trabajadores de raza blanca y el 34 por ciento de los afroamericanos que ganaron salarios a nivel de pobreza.
Píérez dijo que en el país los trabajadores agrícolas ganan en promedio unos 7 mil dólares al año, lo que significa una tercera parte de los entre 18 y 21 mil dólares considerados como el límite de pobreza para una familia de cuatro.
Pero en El Paso, los entre 12 y 14 mil campesinos en esta región fronteriza apenas si llegan a ganar hasta 5 mil 400 dólares en promedio al año, a lo que se suma la falta de un seguro míédico y beneficios de jubilación, agregó.
Ellos y los trabajadores domíésticos representan el 45.1 y 37.5 por ciento de los empleados excluidos de las protecciones básicas simplemente por el tipo de labor que desempeñan, según el reporte de la NCLR.
íéste agrega que, en el 2007, el 52.3 por ciento de los empleados de origen hispano tenía seguro de salud a travíés de su empleador, en comparación con 72.6 por ciento de los anglosajones y el 67.1 por ciento de los afroamericanos.
Señaló que los empleadores permiten que continúen las condiciones peligrosas en el lugar de trabajo, incluso despuíés de la muerte o lesión de un trabajador. Además, tienen muy pocas probabilidades de recibir sanciones de parte de las autoridades.
“No podemos reconstruir ni sostener una firme economía en las espaldas de los trabajadores más vulnerables de Estados Unidosâ€, dijo la directora del Proyecto Nacional de Empleo (NELP), Christine Owens.
Por su parte, el director de Políticas Públicas de la organización Interfaith Worker Justice, Ted Smukler, consideró “no sólo indignante sino ilegal†el hecho que algunos empleadores se nieguen a pagar a sus trabajadores.
En su reporte, la NCLR informó que los trabajadores hispanos tienen más probabilidades de morir por una lesión laboral que otros sectores de la población.
Según el organismo civil, durante 2007 un total de cinco mil 657 personas murieron en sus centros de trabajo, de los cuales 937 eran latinos, en su mayoría inmigrantes.
Píérez mencionó que el trabajo en el campo es el segundo más peligroso en el país ya que pueden sufrir de deshidratación o golpes de calor, además de que están expuestos a pesticidas.
En general, el índice de mortalidad laboral de los hispanos ha sido el más alto del país en 15 años, se indicó en el reporte, cuyas conclusiones fueron analizadas el martes en una teleconferencia en la que participaron activistas de los derechos laborales.
Los bajos salarios, falta de beneficios y peligrosas condiciones laborales de los trabajadores latinos “es un ejemplo vergonzoso†del retroceso de las protecciones laboralesâ€, dijo la presidenta del NCRL, Janet Murguía.
El NCLR recomendó reafirmar la función del Gobierno Federal como protector del centro de trabajo, apoyar a los grupos comunitarios para organizar a los trabajadores que no están sindicalizados y corregir las desigualdades de salarios y horas de trabajo.
Pidió mantener los derechos de todos los trabajadores a travíés de una reforma migratoria integral que beneficiaría a unos 12 millones.
“La reforma migratoria integral requiere de un plan para que la política de inmigración sea más receptiva a las necesidades del mercado laboral, desbloquee los retrasos en el proceso de naturalización e incorpore mayor protección en el lugar de trabajoâ€, se enfatizó en el informe.
Bruce Goldstein, director de Farmworkers Justice, dijo que “la gente que cosecha la comida para nuestra cena merece un mejor trato en el trabajoâ€.
Pablo Alvarado, director de la Red Nacional Organizadora de Jornaleros (NDLON), sostuvo que “el reporte del NCLR muestra la necesidad de una reforma migratoria integral que incluya mayor protección para todos los trabajadoresâ€. (Con información de Notimex)