Los planes de estímulo de EEUU desatarán grandes casos de corrupción, según Kroll
Fuente : Invertia
Los megaplanes de estímulo en EEUU para ayudar a la economía a salir de la mayor recesión en media díécada es un perfecto caldo de cultivo para aumentar el nivel de fraude en la concesión de contratos públicos en ese país, según un informe de la consultora de riesgos Kroll.
Los últimos incidentes sobre fraude registrados en EE.UU. en la concesión de contratos públicos indican que las inquietudes por casos de corrupción suelen estar justificadas. Por ejemplo, en abril de 2009 se desenmascararon casos de corrupción y de conflictos de interíés a una velocidad creciente.
El caso más destacado sucede el 2 de abril: se notifica el auto de procesamiento federal oficial al ex gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, por 16 cargos de extorsión, fraude y exacción.
El 7 de abril, LarryWayne Baker, del Departamento de Obras Públicas ( ) de Tulsa (Oklahoma) admite haber pagado un soborno de 9.000 dólares estadounidenses a un director de departamento para influir en la concesión de un contrato público de inspección.
El 21 de abril se presentan cargos federales contra Brian F. Dunn, miembro desde hacía muchos años de la junta del Distrito Escolar deWilkes- Barre (Pensilvania). Presumiblemente, Dunn habría aceptado decenas de miles de dólares en sobornos a cambio de utilizar su posición de influencia en la contratación tanto de servicios como de profesores.
El 26 de abril, el diario publica que consejeros de la Sourthern Illinois University (Universidad del Sur de Illinois) aprobarían nuevas normas sobre incompatibilidades tras descubrir que el presidente del consejo, Roger Tedrick, votó a favor de aprobar 20 contratos por una cifra superior a 250.000 dólares adjudicados a empresas de construcción que compraron seguros del propio Tedrick.
Puede que esto sea sólo el comienzo. La combinación de una recesión aguda y de un programa gubernamental de estímulos económicos para financiar proyectos públicos es un caldo de cultivo ideal para la corrupción en las contrataciones públicas. A pesar de disposiciones anti-fraude recogidas en la ley estadounidense de 2009 para la recuperación y la reinversión ( ), tales como la protección de empleados de contratistas gubernamentales en los casos de denuncias anónimas ( ), el nivel de corrupción potencial sigue siendo alto.
En concreto, las asociaciones de consumidores y los legisladores han expresado su preocupación ante el gran volumen de fondos de estímulo destinados a los gobiernos y locales. Por esta causa, algunos estados han creado la figura de las agencias de control para supervisar estos fondos.
Según Kroll, las empresas que tengan contratos con el sector público deben estar alertas para asegurarse de que presentan su oferta en concursos de licitación con garantías, en igualdad de condiciones y libres de conflicto de intereses. Si no están seguras al respecto, existen algunos remedios.
En una ocasión, un cliente recurrió a Kroll tras perder un importante contrato con una administración local de EE.UU.. En años anteriores, esta empresa había obtenido y ejecutado satisfactoriamente otros contratos similares con una agencia gubernamental, pero empezó a sospechar al enterarse de que el monto total de su oferta para obtener la renovación de contrato por varios años superaba en apenas un cíéntimo de dólar a la de la empresa ganadora. Aunque el cliente manifestó su inquietud a la agencia estatal correspondiente, para poder impugnar el proceso de selección debía demostrar que sus sospechas de fraude respondían a motivos fundados.
Con ese fin, recurrió a Kroll para que investigase cómo había averiguado el ganador la cuantía de su oferta. Probar que había habido soborno o tráfico de información privilegiada iba a ser un gran reto. Kroll se valió de la legislación del Estado en cuestión para consultas de documentos públicos y su ley sobre libertad de información ( ) para solicitar el acceso a cientos de páginas de documentos relativos al concurso de licitación.
Esta documentación sirvió para conocer el perfil de quienes tomaron las decisiones en la agencia gubernamental, y el de los individuos que trabajaban para la empresa que había «robado» el contrato al cliente.
Otras tácticas de investigación incluyeron entrevistas a personas claves en publicaciones especializadas del sector y en los medios de comunicación locales. La investigación terminó por descubrir cabos sueltos entre un funcionario estatal y un ejecutivo de la empresa ganadora.
El gasto público siempre ha atraído a los estafadores, y la corriente actual de financiamiento por planes de estímulo no va a hacer otra cosa que confirmarlo. Sin embargo, las empresas que recelen de estos procesos de contratación no deben perder sus esperanzas. Hay múltiples cursos de acción y agencias a las que recurrir para canalizar cualquier sospecha de fraude. Las opciones son dos: iniciar acciones o permitir que el tramposo gane.