El diablo, el demonio, Satán son muchos de los diferentes nombres con que los cristianos, especialmente los católicos designan al responsable del mal en el mundo, pero en realidad hay diferencias entre que dependen del momento histórico y por supuesto del contexto cultural.
En el cristianismo, el diablo, el demonio y Satanás suelen ser sinónimos, siendo estos los diferentes nombres del ser responsable del mal en el mundo.
Los demonios (daemon) parecen existir en casi todas las culturas del planeta, pues son los espíritus malignos, capaces de poseer a un ser humano o animal, incluso estar contenidos en alguna cosa o existir sin forma material en algún lugar, pero tambiíén pueden ser conjurados y controlados. Encontramos demonios entre los hindúes, los chinos, japoneses, tibetanos, en los pueblos indígenas americanos, en las tribus africanas, en casi todos los pueblos existen los demonios, en la tradición judeocristiana todo el mal recae sobre un solo ser, el Diablo o Satanás, hay una importante reforma en la que se unifican las deidades, un cambio sustancial del politeísmo al monoteísmo impuesto por la tradición Judia.
La religión monoteísta creada por Zoroastro hace más o menos 2.500 se fundamenta en una lucha entre el bien y el mal, unificando a estos en su lucha., o sea, una tuerca más en la eliminación del politeísmo.
Para el cristianismo durante la Edad Media, el Diablo, el Demonio y Satanás eran lo mismo, dándole a Satanás el título de Príncipe de Mal los cristianos, judíos y musulmanes, al parecer el ser humano necesita responsabilizar a alguien de las desgracias y males que sufre, hecho que sigue siendo evidente en nuestros días, y que mejor que sea una entidad sobre la que recae todo el mal para evitar la confusión y el lío que podría suponer tener múltiples entidades a quienes dar la culpa del mal.
Los griegos utilizaban el tíérmino “Diablo†en la traducción de los textos evangíélicos aunque finalmente lo sustituyeron por el de “Satán†de origen Hebreo, probablemente porque lo vieron mucho más apropiado en su significado, pues “Satán†significa adversario u oponente. Para los griegos con su visión más politeísta existían diablos buenos y malos, pues unos ayudaban a los hombres y otros le ocasionaban numerosos males.
Sin duda el origen del monoteísmo hay que buscarlo en el pueblo Judío, Yave se esfuerza en hacer creer al pueblo judío que deben de adorarlo a íél como único Dios, en realidad es algo muy lógico, pues Yavíé contacta con Abraham para que íéste y toda su familia salgan de la tierra de Ur con una finalidad que sólo Yavíé y quizá en parte Abraham conozcan en realidad, este último acepta y por ello existe un compromiso entre ambas partes, y tambiíén es muy natural que Yavíé exija a los judíos obediencia a íél y al compromiso, es aquí, hace más de 4700 años cuando se origina el cambio del politeísmo al monoteísmo, a partir de ahí, todo Dios que vaya por libre o no estíé con Yave queda excluido y es con el tiempo olvidado o representativo del mal. Pero Yavíé tiene un duro competidor que está ahí, oponiíéndosele antes de que fuese creado el ser humano.
Veamos un contacto de suma importancia que tiene el ser humano con Satán, este parece que afecto notablemente al destino del hombre, el mito del pecado original de Adán y Eva en el paraíso. No hace falta recordar en detalles, en esencia trata de que Adán y Eva vivían con Dios en el paraíso, un lugar en donde la pareja no tenía que preocuparse de nada, estaban cuidados y podían realizar unas cosas y otras no, pues Dios se las había prohibido. Adán y Eva eran seres con una conciencia sin desarrollar, pues iban por el Jardín del Edíén desnudos, sin preocuparse de su intimidad, hasta el día en que la serpiente, un ser que tenía acceso a estar en el paraíso le hizo la propuesta a EVA de comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, llamado tambiíén árbol de la sabiduría, el fruto simbolizado por la manzana representa el conocimiento, Eva adquirió los conocimientos que le permitirán distinguir entre el bien y el mal, inicio el desarrollo intelectual del que se alimenta la conciencia en su crecimiento, abrió los ojos y comprendió, el ser que convenció a Eva que tenía esto prohibido por Dios fue el adversario que tenía Dios, un ser que con astucia pudo engañar a Eva para que esta se saltase la prohibición de Dios, a este adversario se le calificó como Serpiente, por su astucia y tambiíén porque la serpiente es un ser temido y por ello rechazable. Este acto en contra de la voluntad de Dios en el que interviene la serpiente sólo tiene como consecuencia la expulsión, Dios no castiga realmente a Adán y Eva por haber adquirido el conocimiento del Bien y de Mal, simplemente entiende que las cosas han cambiado y que ya no pueden vivir allí, pues allí está tambiíén el írbol de la Vida y adquirir ese conocimiento le supone al hombre vivir para siempre como un Dios, y queda tambiíén claro que a partir de este momento el hombre es responsable de sus actos. En este caso la Serpiente es ese ser que trastorna los planes que Dios tenía con el hombre, y sin embargo, no hay constancia de que Dios castigase a la serpiente, enfado tiene, pero no hay castigo inminente, ni siquiera la serpiente es expulsada del paraíso, pues en calificativo de Serpiente es la respuesta del enfado de Dios, y es aquí la primera vez que el ser humano ve a Satanás enfrentándose a la voluntad de Dios estando por medio el hombre. Desde luego Adán y Eva sólo tenían que seguir unas reglas y prohibiciones y no preocuparse de nada más, la primera y más importante prohibición era no adquirir el conocimiento, no desarrollar la conciencia y poder discernir el bien del mal, o la verdad de la mentira. Es en este momento donde el hombre realiza un gran paso en su desarrollo intelectual.
Es muy posible que la serpiente, el diablo en verdad sea el responsable del mal en el mundo, pues de vivir como mascotas totalmente dependientes y sumisas, pero protegidas en la medida de posible, los humanos pasan a ser libres, a existir como seres que pueden evolucionar, a desarrollarse, crecer y multiplicarse, a ser responsables de sus acciones para bien o para mal, a sufrir y tener dolor, a esforzarse y asumir obligaciones, así que, en cierta manera, Satanás es el responsable del mal que vivimos, y hasta cierto punto de nuestra existencia, pues en el Jardín del Edíén, bajo la tutela de Yave el ser humano vivía de otra manera y su descendencia allí parecía no ser una prioridad, quizá está era una cuestión muy comprometida y compleja.
Dios le dijo con mucha razón a Adán y Eva que a partir de ahora el se ganaría el alimento con el sudor de su frente y que la mujer pariría con dolores, pues ya no pueden utilizar los recursos de Dios. Hoy día mucha gente ya no se gana el alimento con el sudor de la frente, el trabajo físico cada vez es menos necesario y en cuanto al dolor del parto existen medios para evitarlo, pero claro eso hoy día, han tenido que transcurrir muchos miles de años hasta llegar al momento actual
Hay que recordar que según algunos relatos como los del libro de Enoch en el Jardín del Eden existen muchos árboles, sin duda, los más importantes son 2, el del bien y del mal y el de la vida, (el árbol simboliza el conocimiento en la mayoría de culturas antiguas), siendo el del bien y el del mal el que realmente preocupaba a Dios, pues la posibilidad de adquirir sabiduría y conciencia no pondría límites al ser humano, el único límite sería pues el de la duración de su vida, y quedándose en el paraíso podría alargar la mano y comer el fruto del árbol de la vida y vivir para siempre, o sea, adquirir el conocimiento de la vida y ser como Dios, ya no sería a imagen y semejanza, sino que igual a Dios, el hombre fue creado sin la sabiduría y sin la posibilidad de vivir eternamente, pero ambas cosas podían ser alcanzadas donde vivía, tiene sentido que fuese creado con esas limitaciones y que Dios quisiera que esas limitaciones se mantuvieran, pues si lo hubiese deseado lo hubiese creado igual a íél y no sólo a su imagen y semejanza. Por otra Parte Satanás fue astuto como una serpiente para que el hombre superarse una de esas limitaciones o prohibiciones impuestas por Dios.
Lo curioso es que a partir de ahí no para de hacer pruebas a los descendientes de Adán y Eva para contrastar y comprobar su devoción, sumisión y obediencia, está continuamente comprobando la lealtad de los humanos hacía íél, pues por otra parte Satanás está haciendo lo mismo, atraer a los humanos a su causa. Dios no se desvincula ni olvida de los descendientes de Adán y Eva, seguirá supervisando e influyendo en ellos, Satanás por su parte parece hacer lo mismo. Y por ello no es extraño que veamos a un “Yavíé†con dos personalidades muy diferentes en el antiguo testamento, con conductas muy diferentes y contrarias respecto al ser humano, igual ayuda que castiga, en fin, acciones muy contrarias y antagónicas, que difícilmente tienen lógica y coherencia, por otra parte, Satanás ya había demostrado su astucia en influir en los humanos. Es muy posible que tanto Dios como Satanás hayan mantenido de forma simultánea el contacto con los primeros humanos, influyendo cada uno de los dos para conducir a los humanos a su manera, siendo muy posible que los descendientes de Adán y Eva no supieran distinguir y ver la diferencia dada la tendencia al politeísmo promovida no sólo por Yavíé sino tambiíén por Satanás, es muy posible que percibieran a un mismo Dios con una conducta excesivamente contradictoria
El significado esencial de Satán es el de adversario o competidor, no en vano Tomas de Aquino ya indico que el pecado del Diablo era la soberbia, el querer ser igual a Dios, y en realidad es así, el Diablo es el competidor de Dios, un ser que quiere ser igual a Dios en poder y autoridad, en esto Tomás de Aquino tiene más razón que un Santo, sin duda, el Diablo aspira a poseer los mismos privilegios que Dios, pero no lo consigue, la mitología y algunos escritos antiguos nos hablan de este largo enfrentamiento que se resolvió finalmente con la victoria de Yavíé, el perdedor y derrotado, Satanás como es natural cayó en desgracia. En esta lucha como en cualquier otra el vencedor es que crea la verdad y monopoliza el bien, el perdedor puede caer en el olvido o ser sistemáticamente desprestigiado, sólo se realza al vencedor, al perdedor le queda cargar con las mentirás y el mal, la verdad y el bien están asignadas al vencedor, al poder, mientras que al perdedor se le atribuyen todos los males, pues para ello es el perdedor. Además esto lo vemos todos los días, si ganas eres el bueno y si pierdes eres el malo.
Así que el pecado original fue desobedecer a Yavíé que no quería que el hombre comiese la fruta del conocimiento del bien y del mal, y dejarse llevar por Satánas que engaño a Eva para que abriese los ojos y se diese cuenta del bien y del mal. Para los griegos el concepto de pecado significa, fallo en la meta o error, más o menos es lo que le ocurrió al hombre, le fallo a Dios.
En Yavíé y Satanás vemos dos conductas muy diferentes respecto al ser humano, y lo que tienen en común es que las dos intentan influir en el desarrollo del ser humano, incluso cambiando las circunstancias, activada la conciencia del ser humano, Yavíé marca una línea de conducta, unas leyes y unos preceptos, y sobretodo deja claro que el debe de ser el único Dios para los hombres, pues con razón, su autoridad es real, es la legal, los humanos son hasta cierto punto de su propiedad pese a que el ser humano a desarrollado su conciencia y es responsable de su destino. Hay que considerar que las circunstancias de Yavíé y Satanás determinan su conducta con el ser humano, hasta cierto punto reflejan su visión del mundo. Si Satanás ayudo al ser humano a despertar su conciencia, es muy posible que fuese no sólo por ir en contra de Dios y fastidiarlo, sino tambiíén porque le beneficiaba la nueva situación del ser humano, lo que si es cierto es que, si hace miles de años el trato de íéstas dos entidades con los humanos era muy directo incluso inicialmente presencial, en la medida que pasa el tiempo este contacto es menos directo, más sútil y más distante en el tiempo, hasta el punto que hoy en día la presencia de Dios o el Demonio ha dejado de ser física, aunque sin duda sus huellas en el inicio de nuestro caminar han influido en nuestro destino. Es muy posible que todavía sigamos interesando a ambas partes, incluso por una misma razón, pero es evidente que Yavíé y Satanás no intervienen directamente en nuestro destino, aunque puede que lo hayan hecho a otros niveles y sigamos condicionados por su influencia.
La teología católica no puede aceptar al maligno como obra del creador, y en ningún momento deja esto claro, lo que si indican los libros antiguos es que Yavíé no estaba solo, tenía otros seres junto a íél, al igual que Satanás tenía sus seguidores, disputando una batalla en que las fuerzas de Satanás son las perdedoras, llamándoles a íéstas los íngeles caídos. Sólo el cristianismo posee un ser como el diablo que representa la esencia del mal, quizá porque El Diablo siempre viene bien para echarle la culpa, tal y como dijo Ann Putnam despuíés de confesar 14 años despuíés de que las acusaciones que había echo de brujería en Salem eran una farsa y que había sido engañada por Satanás.
Hoy día todavía hay quien ve a Satanás como responsable de los males que azotan al mundo, pero no hay duda que la responsabilidad es de los humanos, una vez iniciado el camino del conocimiento parece que tanto Dios como el Diablo nos dejan hacer.
En cuanto a Satanás su destino es el del abismo por perder, no es eliminado por Yavíé, más bien neutralizado y exiliado junto a sus seguidores, no hay duda que Yavíé no pretende exterminar a Satanás, pero seguro que es por motivos en el que los humanos no tenemos nada que ver.
La criminalización de los perdedores ocurre tanto entre las divinales de Cielo como en los humanos de la Tierra, el que es derrotado pierde muchos de sus derechos y privilegios, puede incluso perderlo todo, hasta la vida, la palabra del perdedor carece de valor, pues íéste carece ya de poder y queda como el malo.