La Caixa rastrea desde hace semanas el sector de cajas españolas para comprobar si hay alguna entidad que pudiera encajar en su estrategia y modelo de negocio, según ha podido saber elEconomista en fuentes internas de la entidad.
El movimiento de la firma que preside Isidro Fainíé se produce despuíés de que el Banco de España le haya sugerido que, dentro del movimiento de concentración del sector, sería posible que alguna de las grandes cajas tuviera que absorber alguna entidad en dificultades que se quedara fuera del proyectado baile de fusiones.
El análisis de La Caixa se circunscribe fuera de Cataluña, ya que en su autonomía de origen descarta cualquier tipo de protagonismo en la reordenación financiera, al descartar que un movimiento de este tipo generara sinergias suficientes para justificar la operación con estrictos criterios financieros. En reiteradas ocasiones, tanto Isidro Fainíé, como el director general, Juan María Nin, han sostenido que sólo las compras que tengan sentido económico están justificadas, por lo que La Caixa ha descartado estudiar, hasta la fecha, posibles adquisiciones.
Tal es así que se ha desmarcado del proceso de concentración iniciado en Cataluña, donde hay dos operaciones en marcha: la iniciada por las cajas comarcales Terrassa, Sabadell y Manlleu con la reciente incorporación de Girona; y la liderada por Caixa Catalunya con Tarragona y Manresa.
Análisis exhaustivo
Aunque la intención de La Caixa es mantenerse al margen de la reestructuración del sector, no quiere estar desprevenido a una petición del regulador para que absorba rivales con dificultades de solvencia, o para adquirir, si llegara el caso, activos de entidades. Este análisis facilitaría la eventual decisión de aceptar o rechazar las propuestas que provengan del supervisor bancario.
