La decisión del Ejecutivo de Brown podría reducir drásticamente el capital de los inversores
EFE - Londres - 18/02/2008
La decisión del Gobierno británico de nacionalizar el banco Northern Rock ha levantado ampollas entre sus accionistas, que han respondido anunciando medidas legales contra el Ejecutivo de Gordon Brown para proteger a los inversores, que probablemente verán reducidos su capital a mínimos.
El portavoz del bufete de abogados Edwin Coe, David Greene, que representa a 6.000 accionistas del Northern Rock, ha advertido hoy, en declaraciones a la BBC, que las medidas legales parecen inevitables.
En este sentido, la medida anunciada por el Gobierno prevíé que los inversores sean compensados según una evaluación independiente, lo que los analistas interpretan como una potencial reducción de su capital ante la drástica caída de sus acciones, que se han depreciado más de un 88% desde el inicio de su crisis en agosto.
"Parece que habrá acción legal. Está claro que los accionistas están furiosos por esto, al ser tratados con total desdíén a lo largo de este proceso", ha afirmado Green.
"Vamos a mirar las propuestas, cuánto van a pagar por el negocio y los activos", ha agregado el portavoz, quien ha admitido, no obstante, que íél se muestra a favor de un acuerdo en vez de la acción legal.
En la misma línea, Jon Wood, responsable del fondo de inversiones de alto riesgo SRM -propietario del 11% del banco-, ha destacado que están a la espera de "conocer los detalles de la ley de nacionalización para posteriormente tomar todas lasa medidas legales y no legales a nuestra disposición".
Se espera que SRM Capital una fuerzas con otros importantes accionistas como RAB Capital y Legal & General para hacer frente a la decisión tomada por el ministro de Economía, Alistair Darling.
Asimismo, y según el diario The Daily Telegraph, el Tesoro había advertido a los accionistas que, en caso de nacionalización, el acuerdo con los accionistas sería "de mínimos".
Por su parte, en unas declaraciones a la cadena BBC, el ministro británico de Economía, Alistair Darling, ha insistido a primera hora de hoy en que su Gobierno se ha visto obligado a recurrir a la nacionalización del banco de Newcastle, la primera en el último cuarto de siglo, porque las dos ofertas privadas eran insuficientes.
Darling, que ha visto desplomarse tanto su popularidad como la del primer ministro Gordon Brown a raíz de este escándalo, ha asegurado que la mejor opción era asumir el control del banco en forma temporal hasta que la institución bancaria pueda pasar finalmente a manos privadas "porque el Gobierno no puede administrar un banco".
"Contamos con asesores independientes que han estudiado el caso, y ellos han apuntado en una dirección: Lo mejor era asumir el banco por un periodo temporal", ha puntualizado el ministro antes de recordar que la situación actual de los mercados financieros deja poco margen para captar el críédito y la liquidez necesarias para una operación de esta envergadura.
Darling ha enfatizado que el Gobierno observó cuidadosamente las propuestas presentadas por el sector privado hasta el pasado viernes, pero decidió que no ofrecían suficiente valor.
El contribuyente tiene prioridad
"Una vez tomado el banco, si la gente tiene propuestas, las vamos a escuchar, pero hay que pasar una prueba simple, ¿Cuál es el mejor valor para el contribuyente británico?", ha afirmado.
Desde la oposición, el portavoz de Economía del opositor Partido Conservador, George Osborne, ha denunciado hoy que la nacionalización fue la peor opción para el Gobierno.
"El problema de la nacionalización, como vamos a descubrir, es que meterse en la nacionalización es mucho más fácil que salir", ha subrayado Osborne.
En esta línea, la oposición se ha apresurado a recordar que el propio Brown fue uno de los responsables del actual marco regulador ya que se puso en marcha hace una díécada cuando el actual primer ministro era ministro de Finanzas bajo el mandato de Tony Blair.
Las acciones del banco Northern Rock han sido suspendidas hoy de cotización antes de la apertura de la Bolsa de Valores de Londres tras cerrar el viernes a 90 peniques. Asimismo, la medida permite al Gobierno hacerse con los títulos de la entidad antes de introducir la legislación correspondiente ante el Parlamento para concretar el proceso de nacionalización.
Ninguna de las dos ofertas -la del Grupo Virgin y la de la actual dirección del banco- reunían las condiciones para el rescate.
El Northern Rock adeuda al Banco de Inglaterra unos 24.000 millones de libras (más de 32.000 millones de euros) prestados el año pasado para evitar su quiebra a raíz de la crisis crediticia.
El contribuyente británico está subsidiando actualmente al banco con críéditos y garantías que totalizan en torno a los 55.000 millones de libras (73.700 millones de euros).
Con la nacionalización, dado el elevado pasivo actual del banco, la factura para el erario público puede ascender a 110.000 millones de libras (147.400 millones de euros).
Críticas generalizadas de la prensa
Lo cierto es que la mayoría de diarios del país, desde el Financial Times hasta The Guardian, pasando por The Times, critican esta mañana las vacilaciones del Gobierno laborista y la tardanza en nacionalizar el banco.
Para el conocido comentarista del Financial Times Martin Wolf, la nacionalización del banco es la decisión correcta, pero "debió de tomarse hace meses".
"Tan pronto como se hizo evidente que el banco sólo podría sobrevivir con generosas garantías del sector público, toda solución del sector privado no podía ser sino simple espejismo", explica Wolf.
Para The Times, desde el principio casi todo el mundo, salvo el primer ministro, Gordon Brown, y su ministro de Economía, tenían claro que "la única salida sensible y moralmente justificada", una vez que Northen Rock tuvo que recurrir a las ayudas del Tesoro, era la nacionalización.
Esta debía haber sido sólo la primera de las difíciles decisiones del Gobierno, escribe el periódico, según el cual "el objetivo de la nacionalización debería haber sido, y al final tendrá que ser, recuperar cuanto antes los 100.000 millones de libras de los contribuyentes e impedir mayores daños al sistema financiero cerrando el banco y despidiendo a la mayor parte de la plantilla".
The Guardian señala por su parte que la admisión de que no había más remedio que nacionalizar el banco fue "un momento de vergí¼enza para un Gobierno que ha intentado durante seis meses evitar lo inevitable" y afirma que "un gobierno más valiente" habría llegado antes a esa conclusión.
"El Gobierno asumió los riesgos de Northern Rock al garantizar sus deudas el pasado verano, y a partir de ese momento (el banco) dejo de ser viable como empresa privada", comenta el periódico.
"Cualquier solución mixta entre el sector público y el privado -agrega The Guardian- habría dejado todos los riesgos al contribuyente mientras que todo el beneficio habría sido para la City".